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Roma:

-Roma, deberías dejar ir el pasado y comenzar a dejar de culparte por cosas de las cuáles no tenías la culpa- dice mí Psicólogo y suspiro.

-Es difícil... A veces recuerdo esos momentos con mí mamá, los golpes... Dudo que para ella yo signifique algo, la última vez que la vi... Casi muerta en el piso... Y después de salir del hospital, volvió con él... Siento que ella me enseñó a normalizar el maltrato- digo y mi psicólogo sonríe.

-¿Porque lo pensás?- me pregunta.

-Por que cuándo Santiago, mi ex me pegaba... Yo volvía con él, lo seguía buscando. Porque estaba acostumbrada a eso, me crié viendo a el maltrato como algo de todos los días, algo común y es tan difícil sacarme eso de la cabeza...

-Lo importante es que reconoces lo que es el maltrato y estás consciente de que a pesar de que con eso te criaste, no es bueno, ni normal...  También te voy a proponer unos ejercicios para que puedas controlar la ansiedad, ¿Te parece?- me dice y asiento con mi cabeza.

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Salí del psicólogo con un peso menos de encima, ahora tenía que enfocarme en el trabajo.

Hace un año encontré empleo en un resto/bar y la verdad me sentía muy cómoda trabajando ahí, aunque en unos meses probablemente lo deje, ya que tengo ofertas para otros trabajos... Pero por el momento, todo suma y todo sirve.

- Hola Ro - me dice mi compañera de trabajo, ella trabajaba en la cocina, yo era mesera.

- Hola Charlie - digo saludandola con un beso en la mejilla. -¿Novedades? - pregunto y ella me señala unas botellas de gaseosa que debía poner en las heladeras.

- Después tenés que encargarte de acomodar las mesas Rori - me dice y se va directo a la cocina, sonrió al ver que se va bailando y comienzo con mi trabajo.

A eso de las 2 de la tarde me llevo una sorpresa al ver a Pavón y a alguno de los chicos del club llegar al resto.

- ¿Y vos qué haces acá? - pregunta Pavón mirándome.

- Trabajo - digo y me mira de arriba a abajo, como inspeccionando algo.

-No te tenía trabajando... ¿No sos menor todavía?- me pregunta y lo miro mal.

-Trabajo menos horas, pero trabajo. - digo y se ríe.

-Pensé que pagaba todo el Guille - dice y le dejó la carta de mala manera.

-Mis cosas me las pago yo, ya estoy grande- digo y él se ríe.

-No digo eso, pensé que eras medio malcriada... Como sos única hija y el Guille parece otro al verte... Pasa de ser un Pitbull a un perro labrador cuándo te ve...- dice y niego.

-Mi papá se hace el loco, pero es un amor... Lo que pasa es que a ustedes hay que tenerlos cortitos, sino se pasan.- digo y Lisandro me mira.-Toma- digo dándole el número de mi amiga y sonríe. Pavón mira mal lo que acabo de hacer, pero no tomo importancia.

Veo que entran más personas y voy a la mesa a atenderlos, pero otra sorpresa me llevo al ver a Joel y sus amigos sentarse.

-¿No hay otra camarera? - dice riéndose Joel y lo miro mal.

-No, ahora pedí algo o se van.- digo y él me mira, se para de la silla y se acerca a mí, retrocedo nerviosa y se ríe.

-¿Y si no nos vamos que vas a hacer? ¿Llamar a tú papi? Voy a querer el especial- dice sentándose en la silla y pasándome el menú con fuerza, logrando golpearme el brazo, se ríe y lo miro mal. Espero que sus amigos pidan y me voy de esa mesa.

Roma - Cristián Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora