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"Cristián necesito que lleves esto a mi oficina, son los papeles del médico, está todo excelente"

Dijo Gillermo dándome unos papeles, asentí y lo hice, iba caminando tranquilo por el club, entré a la oficina y había una chica cambiandose.

—¿Qué no sabes tocar antes de entrar?— gritó enojada y cerré los ojos, salí de ahí y no entendí nada, toque la puerta y después de unos minutos ella abrió.

—Perdón no sabía que había alguien...

—Y, si no tocas la puerta es obvio que no vas a saber...

Bue, ¡Que agresiva! ... igual tranquila, no vi nada.

—Mejor.

—No es como si hubiese mucho que ver— digo y ella me mira mal, sabía que era la hija de Guillermo, él me había prestado su teléfono hace unos días para llamar al mío... Sí, no lo encontraba y en la foto de pantalla estaba ella dándole un abrazo.

—¿Qué venías a hacer acá?— pregunta señalándome una silla para que me siente.

—Tú papá me pidió que deje estos papeles— dije y le tiré los papeles al escritorio para asustarla, sirvió y me reí.

—Ay no, sos insoportable flaco... volá de mi vista— dijo agarrando sus cosas y abriendo la puerta para que salgamos.

—Un consejito amorosa, la próxima que te cambies el uniforme escolar cerra la puerta...— digo y ella me miró mal.

—Mira, "amoroso"— dijo haciendo énfasis en lo último— Yo voy a hacer lo que se me de la gana y no voy a seguir órdenes de un idiota como vos.

—Ah, ¿me estás llamando idiota?...

—Y sí, claramente lo sos.

—Claramente sos una engreída.

—¿Yo engreída? Vos sos un cabeza de tacho nene.

—Sí, engreída y intolerante.

—¡Ja! Pero por favor yo soy MUY tolerante— dijo acomodándose el pelo, típica nenita egocéntrica.

Ummm sí, ¡Se te re nota amorosa!— dije con sarcasmo apoyando mi mano en su hombro, ella me miró mal y me reí.

—Por ejemplo estoy tolerando tú cara de idiota— dijo y me reí.

—Yo estoy tolerando tú falta de estatura.

—Sos insoportable, me voy que mi papá me espera— dijo dándose la vuelta.

Tú papá me espera a mí.

—Pero voy a llegar primero— dijo ella guiñandome un ojo y caminando rápido, me reí y salí corriendo.

—No creo amorosa— grite y ella empezó a correr a mi par.

¡Llegué primero!— dijimos a la vez y ella me miró mal.

—¡Yo llegué primero!— volvimos a decir a la vez.

—Ay es obvio que llegué yo primero, vos venías atrás como un lenteja... nene empezá a correr más rápido.

—Yo soy rápido— me defendí.

—Para chamuyar minitas en instagram seguro... pero si dependemos de vos en la cancha... Mamita que nos va a ir mal— dice y la miro mal.

—Vos sos rápida para atarte los cordones o ¿todavía te los ata tu papá?— pregunté respecto a su edad y ella se enojó.

—No se puede hablar con vos nene...

—Con vos no se puede hablar, histérica.

—¿Yo histérica?

—Sí vos.

—Y vos sos un egocéntrico flaco...

—Yo no soy egocéntrico.

—Ay no claro porque el señor Pavón es perfecto.

—Si obvio, lo soy.

Escuchamos risas y me giré a ver de que se reían todos, al parecer éramos el centro de atención de mis compañeros, mi técnico y su ayudante.

—Sigan, sigan que me tente— dijo Guillermo muerto de la risa, esto si que era raro, Guillermo es una de las personas más serias que conozco.

—Perdón por el griterío pa, él empezó— dijo su querida hija y la miré mal.

—Vos me llamaste idiota primero.

¿Acaso no lo sos? Vos me dijiste plana...

—Era un chiste...

—¿Sabes cuántos problemas pueden ocasionar ese tipo de chistes?

—Perdón... no sabía que eras tan sensible.

—Perdón por llamarte idiota.

—Está bien... ¿Abrazo?— le dije y ella asintió. La abracé y se separó al toque.

Chabon estas todo sudado...

Caistedije y me reí, ella me miró mal y me empuja. Se va con Gustavo y yo con mis compañeros.

—¿Porqué la peleas así a Romita?— dijo Carlitos mientras corríamos, lo miré y hablé.

—Porque ella me empezó a atacar primero... me dijo "idiota".

—¿Y en que se equivoco?— dijo Benedetto riéndose al lado mío, nos reímos y Licha habló.

—Che, es linda Roma...- dice Lisandro mirándome.

—La tocan y los mellis les cortan los ...

—Ya entendimos— dijo Magallan.

—Es una nenita egocéntrica, seguro la malcriaron demasiado y por eso es así...

—Es re buena onda Roma, muy dulce y muy humilde...— dijo Carlitos.

—Sobretodo con Kichandijo el pipa y se río.

La miré y estaba juntando los conos, terminó y empezó a juntar las pecheras, me acerqué a ella y se la tire, se quejó y me reí.

—Chau amorosa— dije y me fui a las duchas.

—¡imbécil!— escuché que decía y me fuí riendo todo el camino.

¿Que te guste la hija de tú entrenador esta mal? Pensé y mil imágenes de Guillermo provocando mi muerte se me vinieron a la cabeza...

Esto está muy mal...

Roma - Cristián Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora