Bell el Caballero de la Familia Freya

Capitulo 20

Así que perdí ¿eh?.-Dijo Bell viendo a todos a su alrededor.

Así es Bell perdiste, ¿ahora que harás?.-Le pregunto Alfia aun lado de Bell, viéndolo seriamente.

¿Qué hare?... seguir aquí, que mas.-Le contesto Bell sorprendiendo a Aiz y Lefiya, pues estas pensaban por su inocente y joven mente que con su derrota ya volvería.

Por otra parte los demás ya sabían que eso pasaría, después de todo una derrota no soluciona el problema.

Pero Bell... perdiste, ahora volveremos a Orario.-Le dijo Aiz confundida de las palabras de Bell, Lefiya por su parte asentía en apoyo de Aiz.

Ya te lo dije Aiz, esto no es un cuento de Hadas... el que me derrotaran no soluciona ni cambia nada.-Le dijo Bell la cruda realidad a Aiz.

Pero... Bell yo...-Aiz quería decir algo a Bell, pero no encontraba las palabras.

La felicidad que había tenido al derrotar a Bell, al creer que con su derrota lo traería de regreso a su lado se desvaneció.

Lefiya que estaba mirando la escena no soporto ver eso, no le gustaba ver como Aiz pasaba de estar feliz a estar desanimada en un segundo.

¡Pero Aiz-san se esforzó por ti!¡No puedes simplemente rechazarla ahora!.-Le dijo Lefiya sacando valentía de la nada, aunque nomas termino se sonrojo de vergüenza.

Te equivocas... elfa de pelo naranja.-Le dijo Bell al no saber el nombre de Lefiya.-La confianza tan grande que construimos con los años, esa confianza esta rota... y no volverá a formarse de un momento a otro.-Le dijo Bell pero esta vez mirando a Freya.

Freya sabiendo que le decía a ella comenzó acercarse a Bell, al estar cerca de el respiro hondo.

Bell yo... lo siento... se que ninguna disculpa regresará la confianza que tenias hacia mi.-Le dijo Freya disculpándose con Bell.

Tienes razón en eso... nada devolverá esa confianza que nos teníamos.-Le dijo tajantemente Bell.

Pero por favor Bell, vuelve a Orario, vuelve a la familia Freya, comencemos de nuevo.-Le dijo Freya suplicándole.

Bell estaba por negarse pero no termino ya que se sorprendió al igual que todos por la acción de Freya.

Algo impensable para todos había ocurrido, pues Freya, la diosa mas orgullosa, la diosa con la familia mas fuerte.

Esa misma diosa se había arrodillado frente a Bell, para sorpresa de absolutamente todos.

No solo se arrodillo, si no que hizo una dogueza a Bell, demostrando el arrepentimiento que sentía, así como su tristeza.

¡Freya-sama!.-Al instante todos los miembros de la familia Freya se apresuraron a tratar de hacer que Freya se levantara.

Déjenme, es una orden divina.-Les ordeno Freya seriamente deteniéndolos.-No me moveré de aquí hasta que Bell me perdone.-Dijo seriamente Freya.

Ante esas palabras Bell recibió fuertes miradas de muerte de la familia Freya, incluso Ottar lo miraba enojado.

Pero Bell no le presto atención sus compañeros de familia, si no que estaba en shock por la acción de Freya.

Nunca pensó en su vida que Freya se arrodillaría ante alguien, mucho menos ante un mortal.

Aunque seguía resentido con ella, aun así el no quería verla arrodillada, después de todo aun la quería por cuidarlo por tantos años.

Levántese Freya-sama.-Le dijo Bell con calma pero aun así Freya no se movió de su lugar.

No hasta que me perdones Bell.-Le dijo Freya determinada a quedarse en ese lugar hasta obtener el perdón de Bell.