Historia corta- dia normal

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Sabito y Giyuu llevan diez años de casados, y por la condición de Giyuu de ser un doncel, han podido tener cinco niños, Giyuu no trabaja y hace el trabajo de "ama de casa", y tiene una pequeña sorpresa que será revelada.

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Giyuu doncel

Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente

Muchos pensarían que ser ama de casa es fácil, pues bueno. No lo es, y eso es algo que Tomioka sabía bien, pero bueno, ¿quien dijo que tener 5 hijos y un esposo que atender era fácil?, porque sinceramente quien lo haya dicho es un reverendo estúpido.

La alarma de las 5 de la mañana sonó, y la apago antes de que su esposo o hijo se despertaran, somnoliento abrió los ojos, encontrándose recostado en el pecho de su esposo y con su hijo en medio de ambos, siendo apresados por los brazos de Sabito. Empezó a removerse para salir de la cama, tenía cosas que hacer.

El agarre de los brazos contrarios se afianzó y se volvió más fuerte, impidiéndole salir— quédate un poco más en la cama— murmuro aún con sueño Sabito.

—créeme que quisiera, pero tengo que preparar el desayuno, tú almuerzo y el de los niños, además de asegurarme de que todo esté en orden— le plantó un beso en la comisura de los labios— vuelve a dormir, ayer llegaste muy tarde, y tienes que salir dentro de dos horas para llegar al trabajo— un último beso fue plantado antes de poder salir, también le plantó un beso a Ame, su hijo de tres años, quien no se había despertado, este sólo gruñó un poco por la ausencia de su madre en la cama y se pegó al pecho de su padre en busca de calor.

Sabito abrazó a su hijo brindándole el calor que quería, quiso reclamarle a Giyuu para que se acostara un rato más, pero el cansancio le ganó y volvió a quedar dormido, Giyuu río bajito por eso y se aseguró de tapar a su marido e hijo, se colocó las pantuflas y la bata encima de su pijama y salió de la habitación, revisó una por una las habitaciones de sus niños. Empezaba a iniciar su rutina que consistía en estos pasos:

-revisar a sus niños e irlos despertando un poco para que no les costara tanto despertarse
-hacer el almuerzo de todos y guardarlos en sus respectivas mochilas
-bañarse y despertar a sus hijos
-hacer el desayuno mientras terminaban de arreglarse
-desayunar
-asegurarse de que sus hijos se suban al autobús que los lleva a la escuela, y que su esposo llegue al trabajo
-llevar al segundo menor al kínder
-cuidar de su hijo menor el resto del día mientras ordena y limpia la casa
-preparar la comida y esperar a que sus hijos volvieran
-ayudar a sus hijos a hacer la tarea
-esperar a Sabito
-hacer la cena
-llevar a sus hijos a la cama

La primera habitación, que era la de la de Izumi, su hija mayor y su viva imagen, ojos azules, pelo negro, piel pálida y actitud seria, con nueve años. Estaba dormida en su cama, se acercó para taparla mejor pues tenía el pecho y hombros destapados, abrió levemente los ojos pero los cerró al ver a su madre, quien le plantó un beso en la frente— Izumi, mi vida, ya casi es hora de levantarse— Izumi asintió y con eso Giyuu se alejó.

Historias cortas/ headcannon Sabigiyuu (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora