Mala noche

861 40 0
                                    

LORETA

Se notaba que Gastón se estaba esforzando porque yo lograra entrar al Little Space, pero no me sentía de ánimo para nada en ese momento, tanto emocionalmente como físicamente.

Aunque Gastón decía que ya tenía una idea de cómo sacarme del Little space, igual yo me sentía bastante confusa respecto de todo.

Para partir, ni siquiera estaba segura qué me pasó esa mañana de lunes que en verdad me sentía como de cuatro o cinco años, y no tenía ni un poco de control de mi actuar, no obstante, los confusos recuerdos tenían un tinte reconfortante y agradable.

Por otro lado también estaba la repentina reaparición de mi viejo, que a juzgar por lo que me dijo, va a intentar que conversemos de nuevo en algún momento, y no me siento para nada preparada para tener una conversación de ningún tipo con él.

Intenté distraer mi mente viendo la película de "Enredados" con Gastón, pero el cansancio de estar resfriada fue mayor y me dormí.

Lamentablemente no pude descansar nada en la noche porque nuevamente me vi envuelta en tormentosas pesadillas y recuerdos.

La primera fue una pesadilla muy vívida de que estaba quedándome dormida recostada sobre una mesa, hasta que de pronto me empezaba a hacer pipí sin control alguno.

Me paraba asustada y mis compañeras de trabajo se daban vuelta a mirarme por lo rápido que me había parado... ¡Me estaba haciendo pipí en el trabajo!

Para empeorar la situación, justo yo andaba con un pantalón gris claro, que se iba oscureciendo en la entrepierna a medida que mi pipí iba corriendo hasta formar un charco en el piso.

Mis compañeras se empezaban a reír mientras yo lloraba, en eso entraba Gastón y me decía "tranquila bebé, ves, por eso no podías venir sin pañales" yo cerraba los ojos muy fuerte por la vergüenza, y seguía llorando a todo pulmón. Él me decía "tranquila bebé, yo te cuido" y lo seguía repitiendo.

Para mi sorpresa en ese momento me desperté y efectivamente estaba llorando y sentía como Gastón me estaba cambiando el pañal mientras me decía "shushushu tranquila bebé yo te cuido".

Eso hizo solo más confuso todo porque no me había dado cuenta de que ya estaba despierta, entonces seguía llorando porque pensé que estaba en el trabajo.

Cuando terminó de cambiarme el pañal, me tomó en brazos y me empezó a intentar dar una mamadera, que yo obviamente rechazaba porque no quería seguir pasando más vergüenza (si es que fuese posible) en el trabajo.

En eso Gastón me dice "yapo bebé, necesito que te tomes este juguito y luego un remedio porque estás con fiebre".

Yo escondía mi cara en su pecho, hasta que de pronto caí en la cuenta que me estaba diciendo algo sobre que le recibiera el remedio para la fiebre, entonces aparté la cara lentamente de él, y pude comprobar que no estaba en la oficina sino que en la casa, casi automáticamente me sentí más aliviada y dejé de llorar aunque seguía sollozando.

En eso Gastón me metió a la boca dos amargas pastillas y luego me acercó la mamadera que esta vez recibí con ansias para pasar el mal sabor y terminar de tragarme las pastillas que aún sentía en la garganta.

Gastón me seguía cargando en brazos mientras me decía "eso es bebé, acábate el jugo que te hace bien para bajar la fiebre".

Entre la mamadera y los cariñitos de Gastón se me terminó de pasar la pena, y en algún momento me dormí de nuevo. Lamentablemente, tuve una especie de pesadilla recuerdo.

Era de cuando yo tenía 12 años... Estábamos en una cafetería mi papá, mi hermano y yo, acompañados por la novia de mi papá con su hija un año mayor que yo. Esa niña era muy molestosa, pero yo prefería tan solo ignorarla.

Pequeña LoretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora