capitulo 5

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†flashback†

   Su padre entro despacio a la habitación,con cara preocupada,se dirigió al niño y lo invito a dar un paseo por las calles de la manada Death Moon,bajando por el camino de su casa.
   —Si quieres—agrego Antonio—,puedes llevar a Pancho de paseo,pero colócale la correa de ahorque por qué no estoy para correrlo. Sabes que le gusta escaparse y cuando más lo llamas mas se aleja de nosotros.¿Recuerdas ese día que no lo encontrábamos y se había escondido en el negocio de comida rápida?
   —¡Hay papá! Ya sé que pancho no obedece,pero que quieres, nosotros no lo educamos. Ya llegó mal educado de la calle. Sin embargo a veces parece darse cuenta de como nos encontramos de ánimo, porque siempre se acurruca al lado de quien está  más cansado o preocupado¿No has observado cómo te mira,como te sigue y hasta te cuida con sus ladridos cuando teme que algo malo te suceda?
   No lo he notado. La verdad, hijo, últimamente siento que estoy poco presente en las cosas cotidianas. Pienso demasiado en otras cosas, además no me siento bien y le tengo miedo al dolor. Siempre estoy tenso,por qué no se en que momento me aparece una molestia. No hay un solo día que no piense en forma negativa con respecto a mi enfermedad—,continuo diciendo el padre de Nelson mientras descolgaba su abrigo del perchero.
    Nelson, haciéndose un poco el disimulado, cambio el tema de conversación y dijo:
   —¿Que te parece si seguimos la charla en nuestra salida? Espérame a qué le ponga la correa a Pancho y nos vamos.
   —No olvides tu abrigo,ha empezado a nevar, aunque es poco lo que cae,pero te enfriará la nariz.
      Y los tres se fueron a pasear. Al principio, Nelson hablaba de las travesuras que había hecho en el colegio con sus amigos,de lo odiosa que era la maestra y de la cara de bruja de la directora.
    Su padre en cambio,iba con su conversación interna, meditando sobre como empezaría a contar no lo que le estaba sucediendo. Nelson le pregunto a su padre:
   —¿Te gustaría entrar a tomar algo caliente o a comer un rico postre?
   —¡Si claro! Este es un bonito lugar—, contesto Antonio señalando el bar que estaba en una esquina.
   —  Espera, padre, quisiera sentarme en la plaza para dejar que Pancho juegue un poco,y ahí me dirás lo que quieres contarme.
Antonio asintió,y se dispuso a limpiar con la gorra de Nelson el banco de piedra que estaba algo mojado.
   —Nelson, quisiera que prestarás atención—dijo su padre mientras la voz le empezó a bajar de tono,y con un ritmo tierno y dulce le empezó a hablar a su hijo. Volvió a hacer otros comentarios sobre su enfermedad y del miedo de dejarlos abandonados.
Un relato que a Nelson le pareció ya conocer. Nelson escuchó con amor y con el corazón abierto las palabras de su padre,y de pronto las lágrimas de los dos empezaron a fluir,y el abrazo tampoco se hizo esperar.
  Un abrazo que él hubiera querido que durará para toda la vida,un momento que el hubiera querido detener,pero el tiempo es un tirano y ni en momentos tan fuertes como ése se detiene.
   Tan solo quedaba disfrutarlo y guardarlo en el alma.
   —La no existe,es tan solo un cambio de ropa,como otros cambios—,dijo Nelson de lo más sonriente a su padre —. Tú crees que aquí se acaba todo y no es así; nosotros,los que nos quedamos sufriendo por los que se nos van,somos egoístas y queremos que quienes amamos estén siempre con nosotros y esto es imposible. Tendríamos que nacer sabiendo que todos tenemos un principio y un fin. Y que quien vive bien,muere bien.
A veces los medicos dan dictámenes equivocados, y sus diagnósticos no siempre son exactos,no son como las matemáticas,en medicina dos más dos no es invariablemente cuatro.
Los remedios no siempre sanan,pero lo que sí puedo asegurarte es que hay una medicina que es el mejor bálsamo para el dolor,y esa es la Fé.
   —¡Hijo!,me colma de orgullo tu sabiduría y tú amor,pero estoy seguro de que me queda poco tiempo,y por eso quiero pedirte que no te olvides del amor que les tengo a ti y a tu madre.
   —Si tú nos quieres tanto,¿Por qué nos quieres abandonar?¿Por qué has enfermado?
   —No lo sé, ¿Siempre te enfermas por una razón?¿Tú crees eso?
   —Sí, padre, estoy seguro de lo que estoy diciendo. Siempre hay un para qué, aunque sea una enfermedad.
   — Entonces soy una excepción,por qué no puedo encontrarla.¿Tú me puedes ayudar a descubrir que es?
   —No,papi,yo no sé. Quizás te callaste demasiadas cosas. Nunca te escuché gritar,jamás te vi enojado. Y mira que mami no es ninguna santa. Si hay hay alguien que te pueda sacar de tus casillas es ella.
   —Pobre mamá,si supiera que estamos diciendo de ella, estaría furiosa.
Las risas y el llanto se unieron en un abrazo.
   —No me dejes Papi, ahora que te necesito tanto para que me acompañes en esta etapa de mi vida.
   —No me pidas algo que no depende de mí. Yo prometo trabajar en mi fe,y hacer todo lo que este a mi alcance para salir de esta dolorosa situación. Pero si esto no sucede,si el milagro no aparece, entonces entonces,¿que harás?
   —Te llevaré en mi corazón y en mi alma toda la vida,le hablaré a mis hijos de su abuelo,cuidare de mamá,haré todo lo que me haga feliz,para que te sientas orgulloso de mi.
Pero si te puedo asegurar algo,y es que no dejaras de cuidarme si no hasta que me veas lo suficientemente fuerte para cuidar de mi mismo.
   —Y yo, desde el lugar donde me encuentre,querré siempre verte sonreír, quisiera que te conviertas en un gran hombre y sobre todo estaré velando por tu felicidad,y tú sentirás en tu corazón todo el amor que te tengo.
   — Pensemos también que te puedes sanar,y tú podrás darle a esta vida una segunda oportunidad.
De los ojos de Nelson comenzaron a brotar lágrimas. El padre lo tomo de su cabecita,y se quedaron abrazados unos minutos. Luego en ves de darle un postre el padre entro a una biblioteca y le regaló unos libros de juegos de rol llamado “ Mazmorras y dragones”
   Iban los dos caminando, subiendo hacia el camino que conducía a su casita,y el paso de Nelson se había vuelto más rápido de lo habitual, olvidándose de que su padre se agitaba al caminar. Cuando el niño miro hacia tras y vio a su padre caminar encorvado, pálido, y flaco,se dió cuenta de que no le quedaba mucho tiempo para aprovecharlo. Se volvió corriendo y siguió caminando a su lado,ni más lento ni más rápido,solo acompañando el paso y cambiando de tema de conversación. El decidió ignorar esa sensación poca placentera que le producía el tener que estar con personas a las que quería,pero con quienes no soportaba pasar mucho tiempo.

Su padre Antonio murió dos días después mientras el niño le hablaba de su amiga Mery Moon,una niña sencilla. Pero el niño dejo de sentir el poco calor de su padre,al mirarlo lo encontró con los ojos cerrados durmiendo para siempre.
Esa misma noche se encerró en su cuarto y lloro hasta que salió el sol. Pero por la mañana no salió. Entro en un estado de depresión y cambios de humor. Su madre estaba preocupada por su comportamiento anterior. Ella empezaba a quejarse de que el niño se había vuelto rebelde,que no era el mismo de siempre,el niño dócil de antes.
Por su parte Nelson se volvió frío y arrogante,en unos años más empezó a seguir los modales de su amigo Donal, tratando a los demás como si fueran basura, sintiendose superior. Hasta que Mery Moon la luna de su manada se quitó la vida.

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Fin del flashback.

   —Yo jamás creí que pasarás por todo lo que me as contado—dijo al borde de lágrimas—,lo siento mucho cariño.

Después me dejó acostarme a su lado y me quedé dormido en sus brazos, espero que al despertar ella siga aquí y esto no sea un sueño.
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POR SIEMPRE MÍA (Aveces para amar se necesita una segunda oportunidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora