𝘽𝙡𝙤𝙤𝙙𝙮 𝙅𝙤𝙗｡*||ˢᵒᵒʲᵘⁿ

3; respuesta

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—¿Me... llamaste?

Apareció en su habitación.

—Taehyun... ¿Por qué tengo un mensaje de Seok medical enviándome información ¡avisando! Que mi código se activó?

Habló bastante rápido y molesto, su humor no era el mejor al entrar y ahora en verdad que había sido muy afectado por ese mensaje.

Taehyun alzó sus hombros ante la mirada carmesí y profunda del mayor.

—No lo sé... Dime tú, es tu código.

—No te hagas el despistado. ¿Qué fue lo que hiciste Tae?

Dijo en un tono muy tosco.

El rubio rindiéndose dejó esa postura de no saber de qué hablaba y acomodando sus lentes asintió muchas veces desesperado.

—Sisi, por casualidad activé tu código de consum, ¿Bien?

Si no estuviera tan débil habría atacado sin pensar al menor pero como apenas y podía estar de pie en ese momento, optó por calmarse, de lo contrario el hambre se intensificaría, necesitaba ese asqueroso químico para por lo menos lograr estar en "paz" aunque él pensara que no la merecía.

Respiró hondo, hablar a gritos con Taehyun era lo peor ya que Tae era como un adolescente, si le hablaba pesado y gritado, le respondería de la misma manera... No era bonito estarse peleando con la única persona que tenía a su lado así que, se calmó.

Sus ojos seguían rojos y sus colmillos sobresalían a causa del hambre, sosteniendo su estómago se sentó en un sofá individual de su habitación.

—Lo necesitas hyung... Lamento haberlo registrado sin tu permiso pero a este paso vas a morir y esta vez si será en serio.

—Sabes que deseo la muerte Tae...

—¡Si pues yo no voy a dejarte morir!—quedaron en silencio un momento, Taehyun pasó sus dedos por sus rubios mechones y un poco cansado se acercó al mayor, Yeonjun lo obsevaba serio. Sin ninguna expresión en el rostro—Hyung... Sé por lo que pasaste pero... Hueningkai habría querido que-

—No... No me digas lo que él habría querido o no...—vio directo a la alfombra corinta—Ni siquiera lo escuché...

—El hambre te cegó, tu sistema se había acostumbrado a mantener el suplemento intercalado con ensaladas y un día para su sangre... Hyung, no fue tu culpa.

Yeonjun todo el tiempo que podía se tragaba ese dolor, en mucho y en serio mucho tiempo que no lloraba, no dejaba salir con facilidad lo que sentía.

—No sabes lo que dices Taehyun.

Se puso de pie observando su jardín o lo que quedaba de él.

—Lo sé hyung, no fue tu culpa. Deja ese remordimiento que no te hace-

En un abrir y cerrar de ojos Yeonjun estaba tan cerca del rubio pálido con sus ojos carmesí más intensos, lo observaba con una gran profundidad y enojo.

—No es el mejor maldito momento para hablar de eso—el de mirada azul notó con seriedad como sus colmillos relucían y sus orbes se tornaban cada vez más sombríos.

Tenía hambre, no lo podía ocultar.

Soltó un suspiro y encarándole se acercó más sin intimidarse porque fuera por unos cuantos centímetros más alto que él, ambos resultaban ser vampiros imponentes, después de todo Taehyun aprendió de él.