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—Ellos se enteraron de mi relación con Jisung... Min, me obligaron a cortar todo lazo con él, de lo contrario le harían la vida imposible.

Changbin se lamentaba. Estaban Seungmin y él acostados en la cama del primer mencionado contando sus penas. Ese era su día de reunión entre amigos, y como ha estado pasando semanas, Chnagbin dormiría de nuevo en su casa.

Seungmin escuchaba atentamente lo que su ahora mejor amigo estaba contándole. Pareciera que realmente la está pasando muy mal, pues debajo de sus ojos están las muy famosas bolsas negras, los ojos estan hinchados y rojos y su cuerpo que antes estaba más marcado ahora se ve delgado, muy, muy delgado.

Es como si su lobo se estuviera muriendo, y con ello él también.

—¿Y les hiciste caso?

La voz de Seungmin tembló por un momento. No quería que su amigo sufriera como él lo está haciendo ahora. No quería escuchar una respuesta afirmativa de parte de él.

—Tuve que hacerlo... Le harían daño a su familia y a él. Min, no iba a arriesgarme de que le hicieran algo malo ni a él ni a sus queridos, ¿me entiendes?... Si algo malo le pasase no me lo perdonaría nunca, ¿si?

Wow... Seungmin de verdad estaba sorprendido. Chnagbin hablaba con su corazón, pues sus ojos se encontraban acuosos y se veía que estaba apunto de colapsar.

—¿Hace cuando que no se ven?

Siendo sinceros, Seungmin no quería escuchar una respuesta. Estaba bien en su ignorancia. Prefería seguir creyendo que su amigo estaba bien y que nada de lo que ahora está pasando estaba sucediendo.

—Desde hace un mes... He intentado encontrarlo pero parece que me evita... ¡De verdad que lo quiero encontrar! Su lobo está mal, está enfermo. Lo sé por nuestro lazo. Él me llama, llora por las noches, pero yo no puedo encontrarlo. Es como si me llamase urgentemente aún sabiendo que mi lobo ya no puedo rastrearlo, ya no lo puedo sentir y a consecuencia, encontrar.

Chamgbin finalmente estalló. Se colapsó llorando desconsoladamente. Se derrumbó en la cama de su mejor amigo y con ambas manos tapó su rostro. No quería que lo mirara en ese estado.

—Lo siento tanto, Binnie...

Susurró Seungmin dejando salir una pequeña lágrima. Le dolía ver a su mejor amigo así. Si de por si estaba muy sensible últimamente, el ver a su amigo en ese estado era como sentir ciento de puñaladas ser incrustadas profundamente en su anatomía. Era doloroso, demasiado doloroso.

—¿Por qué la sociedad es así? ¿Por qué te obligan a estar junto a otra persona de la cual no sientes nada? ¿Por qué mierda son así?

Lo único que se escuchaba en aquella habitación era sus respiraciones y los sollozos de Changbin.

El ambiente era tenso y el olor demasiado horrible. Tristeza, ese olor era el único que se podía oler en aquel estrecho espacio.

—¿Tú cómo estás?

Cuestionó mientras se limpiaba las lágrimas y volvía a la posición anterior. Sabía que su amigo estaba peor que él y que no es el único con problemas amorosos.

Desde que llegó y lo vio supo que la estaba pasando realmente mal. Lo confirmó cuando no vio ni una sola sonrisa de parte de Seungmin y tampoco escuchó uno de sus chistes malos.

—Yo... Realmente no estoy bien, Binnie. Estoy a menos de un mes de casarme, ¿sabes qué significa eso? Que estoy a nada de dejar de ser libre y que habrá un Alfa que me va a marcar. Yo no quiero eso, no con él. Bangchan... Él no es una mala persona, pero yo no puedo quererlo como él lo hace conmigo. Lo intenté, de verdad que intenté aquél día que me besó... Pero yo no pude corresponderle, por que no es él a quien yo quiero.

Se calló mientras agarraba con ambas manos su rostro, soltando un bufido de frustración.

Estaba tan frustrado y devastado. No sabía qué hacer. Intentó que Bangchan le gustara, pero no pudo. A su cabeza siempre le llegaba la imagen de su vecino de cabello rosa. Siempre le llegaba el recuerdo del único beso que lograron darse.
Simplemente su cabeza estaba llena de Hyunjin.

—¿Es por Hyunjin? Acaso tú... ¿Estás enamorado de él?

Finalmente preguntó Changbin después de muchos minutos de un incómodo silencio.

Él ya sabía la respuesta, sin embargo quería que fuera Seungmin quien lo confirmara.

—Sí... Changbin, estoy profundamente enamorado de ese Alfa que se hace pasar por Omega.

Finalmente Seungmin había confesado. Él de verdad se ha enamorado de Hwang Hyunjin, su vecino.

Sabía que ambos llevan conociéndose oficialmente poco más de seis meses, sin embargo para Seungmin ese tiempo era suficiente para haber caído rendido a sus pies.

Qué ironía. Y pensar que hace meses atrás Seungmin juró que no se enamoraría de algún Alfa y que mucho menos dejaría que alguno lo marcara. Pero ahí estaba él, deseando lo prohibido y queriendo ser marcado por ese chico menor a él que logró engañar a todos durante dos largos años sobre su estatus de “raza”. Por que sí, Seungmin hace tiempo que se había dado cuenta que Hyunjin no es un Omega sino un fuerte Alfa, y que lo más probable es que haya llegado a ser un Delta (suposición que hizo al verle la mordida). Pero siendo sinceros, a Seungmin eso poco le importaba. Él quería que Hyunjin sea su Alfa, su lobo y él lo anhelaban.

Llegó a pensar incluso que Hyunjin un día de esos llegaría y se lo llevaría lejos, pero eso nunca pasó.
También pensó que podrían volver a reunirse como un mes atrás hacían, sin embargo después de aquel beso no llegaron a verse nunca más.

Quizás y su destino es que ambos estén separados y no juntos. Quizás Hyunjin tenga otra pareja destinada que no sea él.

—¿Y qué tienes pensado hacer?

Volvió a preguntar Changbin intentando distraerse del agudo llamado de su cachorro. Y es que, joder, él no podía evitarlo. Quería salir corriendo en ese mismo instante del cuarto de su amigo, pero no podía y tampoco quería. Sabía que si lo hacía lo único que iba a lograr es dañarlos a los dos aún más.

—Pienso que es hora de olvidarlo. Pienso que es hora de dejarlo ir y yo hacer mi vida. Pienso que es mejor casarme con Bangchan cuanto antes.

Aquellas palabras de verdad que habían dejado a Changbin con la boca abierta.

—¿Me estás diciendo que vas a renunciar a todo y realmente te casarás con Bangchan?

Él de verdad que no se la creía.

—Es exactamente eso lo que te estoy diciendo. Ya no pienso luchar más. Ya está, me rendí.

Seungmin estaba decidido. Sabía que lo suyo no podría ser. Entonces... ¿Para qué hacerse más ilusiones?, ¿para qué esperar por algo que no va a pasar?

Él estaba decidido.

En unas semanas se casará con Bangchan.

Y quiera o no, él lo va a marcar y oficialmente será un Omega reclamado.

Por que después de todo... Hyunjin no podía ser su Alfa.

No puedo ser tu Alfa ; HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora