Capítulo 8

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«“La curiosidad mató al gato”, dicen por ahí...»
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Meniel

–Tss, tss.

Detengo mis pasos abruptamente al oír ese susurro.

¿Qué…?

–¿También lo escuchaste?– pego un respingo con el corazón en la garganta al oír la voz de Daniel justo detrás de mí.

–Sí…

–Sea lo que sea, solo lo he escuchado antes de que algo extraño sucediera.– susurra mirando a todas direcciones.

–Yo igual– confieso –. Espera– detengo mis pasos, obligándolo a hacer lo mismo –, ¿no lo oíste antes de "desmayarte"?– hago comillas con los dedos.

–No… Al menos eso creo.

–¿No lo recuerdas?– niega con la cabeza.

–Pienso que estaba escuchando música en ese momento, pero todo es demasiado confuso.– admite.

¿Debo preocuparme? Está hablándome bien, contestando civilizadamente mis preguntas, sin una pizca de sarcasmo.

–¡Oigan, chicos!– la voz de Jack logra sacarme de mis pensamientos, tanto Daniel como yo lo observamos y notamos que nos hace una seña con la mano para que nos acerquemos.

Una vez nos aproximamos a los demás, Jack abre los brazos a sus costados mirando al ojiazul.

–¿Dónde estabas, exactamente?

–Por allá– responde metiendo las manos en los bolsillos y haciéndose camino hasta quedar frente a un enorme árbol a, más o menos, un metro de la entrada al bosque –. Justo aquí.

–Pues, no veo que tenga frutas.– comenta Taisha alumbrando las ramas del árbol con su linterna.

–Ni yo.– dicen Zach y Jack al unísono.

–Tampoco.– suspira Carrie.

–Creo que esa opción ya está descartada, entonces…, ¿ya nos vamos?– Daniel bufa ante el comentario de Jonah.

–¿Qué es eso?– dirijo mi atención a Corbyn, quien se encuentra alumbrando al interior del bosque.

–¿Qué cosa?– nos acercamos a él, tratando de averiguar qué es lo que está viendo.

–Síganme.

–Ni muerto.– se opone Jonah.

–Entonces quédate aquí y vigila.– propone Zach.

–¿Solo?– asiente –. Ajá, sí, claro.– se cruza de brazos.

–Agh, ¿alguien que se quede con el nene llorón?– habla Carrie.

–Que tenga la suficiente cordura como para no meterme en un tenebroso bosque, en medio de la noche, y en un lugar completamente desconocido, no me hace cobarde.– se excusa.

–Vayan, yo me quedo con él.– dice Jack rodando los ojos.

–Que haya venido hasta aquí con lo cagón que es basta y sobra, ¿no creen?– ríe el de mejillas sonrosadas.

–Sí sabes que puedo oírte, ¿no?– le pega un codazo, Zach sonríe inocente.

–Lo siento.

–Ya vamos, que enseguida comenzará a amanecer.

Dejando a Jack y a Jonah en la entrada del bosque, los demás nos dirigimos hasta donde sea que Corbyn haya visto… pues, lo que sea que haya visto.

El Viaje [DS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora