La muerte me llama
La escucho,
Le encanta hablarme al oído
Y yo siempre la siento.
Incluso antes de nacer
Antes de un nombre
De una vida,
Llena de fracasos y temores.
Me llama de una manera
Neutra.
Me seduce con palabras,
Que me me provocan,
Palabras que estremecen la piel,
Y mis ganas a la vida.
La sangre es un festín para ella
Sobretodo la mía,
Pues siempre,
La tiene en pequeñas cantidades.
Me dejó viva, para eso,
Saborear el proceso,
Entre más caos en la sangre,
Mejor sabor.
Y claro por que no,
Una gota tan roja
Tan carmín, tan oscura
Porque no amarla.
El mejor de los ingredientes
Tan nesesario como la sal,
Más dulce que el azúcar o la miel,
Tan favorable como una espesia.
Nesesario como el agua
Y el mejor de los platillos
Y el más sabrosos de los postres
Tan adictivo como una droga.
Por eso la muerte le gusta
Controla las ansías de llevarse su alma
Y darle todo el tiempo del mundo.
No se la llevó,
Cuando aún era un feto
Dejo que tomara sus raíces
Para cosechar lentamente su sabor.
No se la llevo
Vio el valor que tenía,
Y que tan nesesario sería
Pero no la deja.
Porque siempre le susurra al oído
Siempre está a su lado
Disfrutando, todo lo que le da.
Que mejor placer.
Es mejor tener de ella en cada comida
A un festín y que acabe,
Más caos y dolor en su vida,
Más sabor y estaxis para la muerte.
