Lo Eres Todo [Rauw Alejandro] [COMPLETA]

once.

28 de Diciembre del 2020.

—Voy.—grite.

Es la una de la mañana y alguien está tocando el timbre de mi casa insistentemente, solo hay dos personas que el portero dejaría entrar que tocan el timbre así; Raúl o mi hermana. Lo más probable es que sea mi hermana porque yo y Raúl ni nos hablamos, que lindo.

Llegue a la puerta y abrí sin mirar quién era antes, cosa que fue un error.

—¿Que haces aquí?.

—Pues vine a verte.—me hizo a un lado con cuidado y pasó.

—Raúl no solo puedes venir a verme en la madrugada, básicamente somos dos extraños.

—De eso vine a hablarte.—fruncí el ceño.—Seamos amigos.

—¿Estuviste bebiendo?.

—Solo un poco.—rode los ojos.—¿Entonces, amigos?.

Suspire antes de pensarlo un poco.

¿Que podría salir mal?.

—Bueno, está bien.—me sonrío.

Pídele que pare.

—¿Como has estado?.

—Igual que la última vez que hablamos.—asintió.—¿Tú?

—Igual que tú.—reímos.—¿Que haces despierta?

—No tengo sueño.—el río.—¿De que te ríes?.

—De nada.—con mi mirada le pedi que me dijera.—Cuando nos conocimos siempre decías eso.—recordar eso dolió.

Eso te pasa por curiosa.

Cállate.

—¿Todavía sigues diseñando ropa?.

—Si.

—¿Puedo ver?.

—¿Para que?.

—Me da curiosidad.

—Ven.—caminamos juntos hacia mi habitación.

Al entrar el se sentó en la orilla de mi cama y yo fui a buscar algunos dibujos que tenía para mostrarle. Luego de tomar tres camine hacia el y se los entregue. Los miro unos minutos, detallando cada uno.

—Creo que te lo he dicho muchísimas veces pero eres una mujer muy talentosa Nube, eres la combi perfecta.

Nos dijo Nube y que somos la combi perfecta.

Lo se, lo escuche. Y no se si llorar o sonreír como una boba.

La segunda opción, la primera cuando se vaya.

Decidí solo sonreírle amablemente y sentarme a su lado. Con la esquina de mi ojo, pude verlo moviendo la mirada por cada centímetro de mi cuarto.

—Te voy a preguntar algo.—moví mi cabeza indicándole que hablara.—¿Si te tomaste el tiempo de ver mi regalo o nunca lo abriste?.

—Eh...—conteste notoriamente nerviosa.

—No trates de mentir, por tu cara ya puedo saber que no lo viste.

—Sorry.

—¿Por que no lo hiciste?.

—No tuve el valor.

—¿Algún día piensas hacerlo?.

—No se, hoy no tengo ganas.

—En todo este tiempo pensé que si lo abriste y solo no te importo.

—Pues no lo hice. La tengo ahí por si algún día me mata la curiosidad y la termino abriendo.

—¿Todavía te importa qué hay ahí?.

—Siempre lo hará. ¿Y a ti, te importa que la abra?.

—Por algo pregunté.—sonrió.

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Ay la bolsita...🌝