1-Una gran Oportunidad

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Ciudad de México, 1981

 Era una tarde tranquila, el viento corría a través de mis ventanas, me encontraba descansando en mi cuarto. Era Sábado así que no había mucho que hacer. En mis piernas tenía a mi regordete gato, el cual no quería que dejara de acariciarlo. Me dió hambre así que  bajé por algo de comer.

 Al bajar las escaleras miré a mis padres muy preocupados sacando las cuentas. Los recibos rebosaban en el comedor. Oprimían números en la calculadora mientras fruncían el ceño. Llevamos varias semanas con problemas financieros, papá perdió su trabajo y el negocio de mamá no está prosperando, ademas las inflaciones no estaban ayudando mucho.

 Diana: ¿Está todo bien?-les pregunté mientras tomaba un yogurt del refrigerador-

 Papá: Si hija no te preocupes, algún día todo se resolverá, ya veras

 Diana: Por favor, déjenme trabajar, asi podré ayudarles aunque sea un poco, confíen en mi aunque sea una vez

 Mamá: No, de ninguna manera, los tiempos estan muy peligrosos, quien sabe que te pueda pasar ahí rodeada de gente desconocida, ¿Y si te tratan mal? 

 Diana: Ay por favor mamá, no seas tan sobre protectora, si quieres que madure debes dejarme salir al mundo real, además,soy mayor de edad y ni que fuera a trabajar en algo malo, solo iré a pedir empleo a al café.

 Papá: Hija, tu madre tiene razon, además no queremos ser una carga para tÍ, encontraré otro trabajo.

 Diana: Esta bien. Iré a caminar un rato, no me tardo. 

 Cerré la puerta detrás de mí, mientras daba suspiros. Se me rompía el corazón ver a mis padres en estas condiciones. 

En ese momento se me ocurrió ir al café, a ver si me podían dar trabajo, claro sin que mis padres se dieran cuenta, lo bueno que no estaba tan lejos de mi casa.

 Al llegar al café pregunté por la vacante, pero me dijeron que ya habían ocupado el puesto.  Me siento inútil al respecto, ya no se me ocurren más ideas.

Estaba saliendo del café, en eso pude oír (sin querer) la conversación de dos señores. Estaban sentados en una de las mesas del lugar y yo me senté en una cerca de la de ellos para oír mejor. Estaban hablando del nuevo grupo musical Menudo. Yo no soy muy fan de ellos, he escuchado una que otra canción por mí mejor amiga Mariana, ella esta obsesionada con ellos. Estaban de gira y vinieron aquí a México. 

 -Nos está yendo muy bien con los nenes, las fans los adoran. Estamos algo cansados porque tenemos que administrar todo y a parte de cuidarlos no es trabajo fácil, sin que nos demos cuenta ya andan haciendo travesuras o escapandose con las fans- dijo uno de los señores.

-¿Pero ya tienen a Joselo que no? Él los cuida muy bien y siempre está con ellos.-

-Si pero es mucha carga para él, no le vendría mal un poco de ayuda.-

-Pues contrata a alguien que lo apoye, no le veo mucha ciencia.-

-Tienes razón, con todo el estrés encima de la gira y los próximos discos ya ni pensar bien puedo.- Dijo el señor con lentes mientras le daba un sorbo a su café.

No pude evitarlo, y me dirigí a su mesa. 

 Diana: Buenas tardes , discúlpenme pero no pude evitar oír su conversación y-

-¿Y tú quién rayos eres? ¿No te enseñaron modales? No te entrometas en  asuntos ajenos- me dijo el señor con lentes

Diana: Lo siento mucho, pero oí que buscaban ayuda para cuidar a los chicos de Menudo, es que mi familia y yo estamos pasando por una situación difícil y nos vendría bien algo de dinero, yo podría tomar ese puesto, haré todo lo que se ofrezca, lo prometo

-No gracias, no te necesitamos- el señor me contesto

Diana: Por favor, a mí ni siquiera me llama la atención el grupo, sin ofender. Solo haría mi trabajo,  deme una oportunidad.

-¿Tienes idea en lo que te estás metiendo?-

Yo solo me quedé callada

-¿Crees que eres capaz de vigilar a cinco nenes, que ademas son las superestrellas del momento, y que están en el ojo de todos los medios de comunicacion?-

Diana: S-si

Ahora que lo dijo de esa forma se escucha intimidante

 -Está bien, te veo mañana a las 11:00am , en tu casa. Hablaré con tus padres.- 

  Diana: Muchas gracias señor, no se arrepentirá. Esta es mi direccion-le dije mientras escribía en un pedazo de papel la dirección de mi casa-

-Mi nombre es Edgardo Díaz-

Diana: Gracias Señor Díaz, yo me llamo Diana Gómez Valenzuela

 Salí corriendo emocionada, al fin podría ayudar a mi familia y saldríamos de esta situación. Mariana no me lo va a creer.



-Oye ¿Qué fue eso? Una chica desconocida viene a pedirte trabajo y tú se lo diste como si nada

Edgardo: Bueno, ya veremos que pasa

-De veras que a veces no entiendo tus ideas-

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FIN DEL CAPITULO

¿Cuándo te volveré a ver? (Joselo Vega)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora