Pandillas enemigas «Drakey»

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Para mitad de semana, Mitsuya parecía muerto viviente. Las ojeras bajo sus ojos se hacían más oscuras con el pasar de los días, y su estado de ánimo no era el mejor en lo absoluto.

— ¿Qué pasó para que andes así?—. Se atrevió a preguntar Draken en uno de los descansos que tenían.

Habían aprovechado para ir a la cafetería y comprar algunos refrigerios para comer entre clases. Mitsuya a su lado, venía arrastrando los pies con desgano, siguiéndolo.

— No he podido hablar con Hakkai—. Mitsuya soltó un suspiro medio triston, que hizo que Draken lo mirara preocupado. Usualmente era Takashi el que siempre daba ánimos, y verlo con un semblante tan apagado, dejaba a Draken con un mal sabor de boca.

Desde que Hakkai se había ido triste del almacén donde fueron masacrados por la líder de la pandilla a la que pertenecía, Mitsuya no había podido hablar con ella, le mando mensajes en cuanto llegó a su casa esa noche, pero ni siquiera eran vistos, le escribió todo el fin de semana, explicando cómo es que había sucedido todo realmente.

Incluso, había tenido esperanza de poder verla cuando fuera la reunión entre la Tokyo Manji y los Black Dragons que habían concertado, pero al final, la reunión con los Black Dragons se había pospuesto para dentro de dos semanas, ya que según Chifuyu, Baji le dijo que la líder estaba castigada y solo podía salir para ir a la escuela. Al parecer, no importaba que tan "La invencible Mikey" fueras, eso no te hacía inmune de recibir castigos por parte de tus hermanos si los desobedecias, lo que se le hacía bastante irónico a Mitsuya. Creer que la chica que les había dado la paliza de su vida, estaba en su casa castigada en este momento, realmente le sacaba una sonrisa.

— ¿No has intentado ir a verla a su casa?

— La fui a buscar como cinco veces en estos días, Yuzuha siempre me dice que no está, y cuando Yuzuha no está, Taiju ni siquiera tiene la decencia de abrirme la puerta, puedo escuchar la maldita misa que pone en la radio, y se atreve a aparentar que no está en casa.

Aún recuerda como había estado tocando la puerta por más de 10 minutos, escuchando de fondo las canciones de alabanza que tenía Taiju a todo volumen en el hogar de los Shiba. Mitsuya incluso llegó a sospechar que el mayor de los Shiba le había subido el volumen más cuando sus toques a la puerta comenzaron.

Sus hermanas tampoco lo ayudaban, siempre le estaban preguntando cuando vendría “Kai-chan”, decían que extrañaban hacerle peinados y que jugará con ellas. Después de que Hakkai pasará la mayor parte de su tiempo en casa de los Mitsuya, a qué de pronto dejará de ir, realmente extraño a Mana y a Luna, incluso su madre le pregunto si Hakkai estaba bien o si estaban peleados.

Su familia no hacía más que recordarle que Hakkai no quería ni verlo.

— Puedes ir a verla hoy, Mitsu, no te des por vencido—. Ánimo Draken a su gemelo dragón dándole una palmada en la espalda— No creo que Hakkai este enojada contigo, si le explicas las cosas yo sé que entenderá que no tuviste nada que ver con aquello, todo fue culpa del estúpido de Kiyomasa y sus perros falderos.