6. The couch.

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She + Him.

Her pov:

Era una de tantas tardes en las que me visitaba después de la escuela, nos habíamos sentado en el sofá frente al televisor después de pasar lo que a mí me pareció una eternidad, en decidir lo que veríamos.
Ya iniciada la película me dispuse a prestarle atención esta vez, a pesar de sentirme ligeramente distraída por su perfume.

Ya le había tomado interés a la pantalla cuando sentí su tacto sobre la piel expuesta en mi pierna, iba y venía trazando una línea desde mi rodilla hacia mi muslo.
Era suave, apenas la rozaba con las yemas de sus dedos, pero era lo suficientemente constante como para hacerme sentir mariposas, pronto empecé a querer más así que no mostré señales de oposición.

Pronto cambió el ritmo, sus yemas fueron reemplazadas por su mano entera, pasaba firmemente la palma sobre mi piel mientras se mostraba totalmente tranquilo que hasta parecía realmente prestarle atención a la película.

Aunque sus acciones no eran algo tan grande, muy en el fondo sentía preocupación de que alguien saliera y lo notara, pues no vivo sola y además nos encontrábamos en la sala. Pero al notar el silencio y ausencia, me ayudó a tomar confianza y continuó.
Eventualmente quisimos más, así que fui yo quien tomó la iniciativa y giré mi cabeza a un lado para besarlo, muy suavemente al principio pero discretamente tomé su mano y fui guiándola hacia uno de mis pechos, el cuál acarició por sobre mi ropa, ahuecando sus manos a su alrededor y estrujándola delicadamente, justo como sabía que me encanta.

Continuó de esa manera por unos pocos momentos hasta que inesperadamente levantó mi playera lo suficiente como para dejar mi sostén al descubierto, pasó los dedos sobre la suave tela para después levantarlo y finalmente liberarlo.
Acarició mi pezón tan lentamente, siendo consciente de lo que ocasionaría en mi, pues sabe que es mi punto más débil e inmediatamente sentí un escalofrío en mi espalda.

No podía evitar sentir frío al tener el pecho descubierto, pero inmediatamente me olvidé de eso al sentir como acariciaba mi pezon con dos de sus dedos, lo giraba, apretaba e incluso a veces lo estiraba.
Comenzaba a sentir mi cabeza caliente además de todo el cuerpo.

De pronto vi como retrocedió un poco de su posición en el sofá, alejándose un poco de mí para después inclinarse hasta la altura de mi pecho y yo instintivamente me alcé un poco para su mejor alcance, sabiendo lo que vendría después.
Sentí la calidez de su boca sobre mi pecho y su lengua no tardó en hacerse presente sobre mi pezón.
No sabría como describir una sensación así y lo que me hacía sentir, simplemente disfrutaba de sentir algo áspero pero suave a la vez, sentirlo ir de aquí para allá sobre mi pezón, además de sus labios succionándolo de vez en cuando creaba la combinación perfecta para darme placer y provocarme soltar ligeros suspiros.

Al bajar un poco la mirada pude ver su cara pegada a mis pechos y fue casi como un poema. Desde mi punto de vista se veía tan inocente y tierno mientras me hacía cosas que me hacían sentir tan caliente en poco tiempo.
Me encantaba verlo mientras lo hacía.

Me limité a tratar de ser lo más silenciosa posible aunque de vez en cuando se me escapa uno que otro pequeño gemido, hasta el punto en que empecé a dejarlos salir más seguido y eso pareció alentarlo a lamer y chupar más rápido provocándome más placer.
Sentía su lengua moverse de un lado a otro, incluso sentía que la movía en círculos sin parar.
Hasta que sentí sus dientes apretar mi pezón y estirarlo hasta soltarlo fue cuando ya no pude soportarlo más.

Lo rodeé con mis manos, colocando una detrás de su cuello y la otra la posicioné suavemente en su cabeza tratando de enviarle un mensaje. "Por favor, no te detengas."

Pareció entenderlo ya que sentía como mordía delicadamente mi pezon, lo mantenía aprisionado entre sus dientes y pasaba la lengua sobre la punta, tan deliciosamente que sentía mi cuerpo derretirse junto con la humedad entre mi ropa interior.
Continuaba mordiéndolo y estirándolo hasta que mis gemidos se hacían un poco más altos, me sentía en el cielo.

Cuando se separó de mí ya era muy tarde, yo había comenzado a dejarme llevar por completo y sujeté el cuello de su camisa para besarlo sin remordimiento, un beso bastante húmedo, nuestros labios ni siquiera se tocaban ya que estaba tan ocupada chocando su lengua contra la mía sin descanso.

Él atacaba mi lengua una y otra vez y yo gemía en el beso recordando lo que esa misma lengua me había hecho sentir hace unos minutos.
Con cada gemido él parecía enloquecer más y colocó su mano entre mi cabello para acercar más mi rostro al suyo.
En un momento, comenzó a besarme más lento a la vez que golpeaba su muslo con su mano, indicándome que debía sentarme ahí.

Gemí entre sus labios mientras dudé en si debía hacerlo, pues recordé que aún seguíamos en la sala y era algo peligroso, pero en ese momento estuve tan caliente que actué rápidamente y me senté sobre él.

Podía sentir claramente su erección aún sobre la ropa, chocando con mi vientre. Se sentía tan duro...
Coloqué mis manos a cada lado en sus mejillas, y las acaricié.
-¿Qué te parece si comienzas a saltar un poco? —me dijo despreocupadamente recargando su cabeza en el respaldo del sofá y colocando sus manos en mis muslos.—
- ¿Así, por sobre la ropa? —Me pareció algo rara su petición, ya que a pesar de que habían pasado cosas en ese sofá, jamás habíamos llegado a este punto, pero aún así estaba dispuesta a hacerlo si era lo que él quería.—
-No estaría mal si hacemos algo de práctica, ¿no crees? —Me dijo en un tono muy suave que me tranquilizó por completo y me dio ánimos para seguir.—

Coloqué mis manos en el respaldo del sofá, a cada lado de su cabeza, sólo para apoyarme con firmeza y empezar a mover mis caderas de arriba a abajo, comencé con movimientos suaves porque planeaba aumentar el ritmo poco a poco.
Él instintivamente colocó sus manos en mis caderas para acompañar mi ritmo, la calidez de sus manos me inspiró la seguir pues me demostraba que hacía un buen trabajo.
Me apoyé con un poco más de firmeza en el respaldo del sofá y comencé a dar saltitos sobre él, sentí como apretaba un poco más mis caderas así que continué, ambos escuchábamos el leve sonido que hacía el sofá por mis movimientos.
Seguí saltando, sintiendo su miembro sobresalir de entre su ropa provocándome placer al pensar que nuestras intimidades traviesamente se acariciaban con cada salto.

Mientras yo saltaba sentí como se incorporaba en el sofá y dejó de recargar su cabeza en el respaldo para acercar nuevamente su cara a mis pechos y hacía nuevamente lo anterior, pasaba la lengua sobre la punta del pezón y ya sentía mi cabeza dar vueltas.

Continuó así por algunos minutos hasta que fue demasiado para mí y abracé su cabeza literalmente pegándolo a mis pechos. Él se separó del pezón y a cambio mordisqueaba la piel que lo rodeaba y chupaba.
Entendí de inmediato sus intenciones, buscaba dejar en ellos una marca.

Dejé de saltar para recuperar un poco el aire, pues había sido un poco agotador saltar continuamente sobre él y además en un sofá, mientras él continuó tratando de marcar mi piel.

Estábamos tranquilos ahí, sólo disfrutando de la posición y de la compañía del otro hasta que escuchamos murmullos cerca, así que él besó mi pecho por última vez antes de bajar mi sostén cuidadosamente, acomodar mi playera y ayudarme a bajar de él haciéndome caer delicadamente sobre el sofá nuevamente.
Sonreímos y continuamos viendo la televisión tranquilamente.

Fue una gran noche, una que se convertiría en una de tantas historias que tuvieron lugar en ese sofá...

♡;

I missed you...

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2021 ⏰

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