5. Cherry Bomb

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Después de una larga tarde, la joven va a la cocina buscando un bocadillo mientras espera a que su Daddy llegue del trabajo, había estado tan estresado últimamente que no le prestaba la atención necesaria ni le daba tanto afecto.

Abrió el refrigerador y sacó un pequeño recipiente con cerezas y lo puso sobre la barra para empezar a comer, cuando el sonido de la puerta abriéndose invadió el espacio, y el chico entró y dejó las llaves en su sitio.
Escuchó ruido proveniente de la cocina, sonrió inconscientemente sabiendo quién era la responsable del sonido y se dirigió al lugar, donde encontró a la chica sobre la barra, sosteniendo una cereza entre sus rosados labios, con sus dedos tocando el tallo de esta y moviendo sus piernas de un lado a otro que quedaban distantes del suelo, sonrió al verlo llegar.

-Hola linda, ¿me extrañaste? -dio unas palmadas leves en su cabeza mientras acomodaba su cabello-

Ella movió su cabeza delicadamente de arriba a abajo en señal de afirmación.

Él lentamente se acercó a ella, y por la traviesa mente de ella cruzó la idea de que algo más pasaría, algo como un beso o un abrazo después de un largo día sin verse.
Pero se acercó peligrosamente sólo para tomar una cereza y la comió lento mientras observaba su rostro fijamente, con sus ojos reflejando sus intenciones, la imagen mental es demasiado.
Y soltó una pequeña risa al ver su rostro sonrojado.

-No te preocupes lindura, -dijo con el tallo de la cereza aún entre sus labios- no importa qué tan ocupado esté, jamás te dejaría a un lado.

pareció haber leído la mente de la chica, y antes de que esta pudiera si quiera tomar aire para responderle, se dejó ir sobre ella.

sus labios sabor a cereza la habían golpeado como una bomba, y su cuerpo cedió ante él.

Aún estando sobre la barra de la cocina, se abrió paso entre sus blancas piernas, y ella sintió la calidez pegada a su vientre cuando algo había echo contacto con esa zona.

Finalmente haciéndole caso a su deseo, ella dirigió las manos hasta el borde de la playera del chico, colando sus manos dentro de esta y acariciando su marcado abdomen, él se estremeció al sentir sus pequeños y suaves dedos recorreriendo su cuerpo con semejante lentitud y aprisionó su labio inferior entre sus dientes como respuesta.

Conforme seguían los besos, él iba acercándola más a su cuerpo tomándola por la cintura, pecho y pecho se encontraron aumentando el calor entre ambos.

-No pienso perder tiempo tratando de subir las escaleras contigo en brazos, sabemos cómo terminó eso la última vez... -soltó él con la voz agitada y sus labios rojos a causa de los besos-
-¿Qué...? -Lo miró con los ojos bien abiertos-
-Lo haremos aquí, no puedo esperar más.
-toma el elástico de los shorts de color rosado de la chica y empieza a tirar de este mientras dirige sus besos a su cuello, arrastrando sus labios sobre la suave y sensible piel.-

Ella no logró resistirse a la idea, sus labios sobre su cuello eran su perdición y él estaba haciendo un gran trabajo, así que se limitó en perder sus manos entre los rojos cabellos del chico y mover su cabeza al lado para darle más acceso.

Una vez que se había encargado del short, que acabó en el suelo, él empezó por desabotonarse rápidamente la camisa y tirarla también al suelo, desabrocharse el pantalón y bajarlo junto con sus boxers, después de esto, en un movimiento inesperado, la jaló de la cintura para bajarla de la barra y darle la vuelta, donde su miembro se hizo notar entre sus glúteos.

-¿Qué estás...? -fue incapaz de terminar la pregunta cuando sintió una mano fría tratando de quitar su ropa interior mientras que otra dezlisaba uno de los tirantes de su blusa, el chico se acercó a su oído y susurró con voz grave- tú sólo relajate...
-termina de quitar la ropa interior, que se desliza sobre sus piernas hasta acabar en el suelo.-

Un suspiro se escapa de sus labios al sentir como la sujeta del cabello y su otra mano la sujeta bien de la cintura para entrar en ella lentamente.

-Mmm, ¿Lo sientes, baby girl? -Jala ligeramente de su cabello y esta alza su cabeza hacia atrás- ¿N-no te encanta la adrenalina que sientes al saber que puedo hacerte mía en cualquier lugar? -suelta su cintura por un momento para darle una fuerte nalgada, el sonido provocado por tal acción resonando en todo el lugar, convirtiendo la piel blanca en un tono rojizo, ella sólo pudo gemir al sentir su piel arder-

Él comienza a moverse más rápido y el lugar es invadido por el sonido de pieles chocando una y otra vez, suspiros y gemidos por parte de ambos, con ella sosteniéndose de la orilla de la barra, sintiendo cómo el vacío en su interior es ocupado por placer acompañado de ardor.

La mano que se encontraba sosteniendo su cabello firmemente, se desliza por su espalda y después por su estómago hasta llegar a uno de sus pechos, el cual comienza a masajear en círculos, con él deleitándose al sentir la tierna piel erizarse.
Los gemidos por parte de ella empezaban a hacerse más notorios en el momento en que él dirigió su mano esta vez a su clitoris, en reacción a esto, su interior empezó a apretar su miembro-

-Ahh, Daddy... -Suelta en un suspiro mientras recarga una parte de su cuerpo en la barra, levantando más su trasero hacia él-
-M-mierda, lo haces tan bien, preciosa... -toma con ambas manos su cintura para darle rápido y fuerte, la sensación de que el climax estaba cerca se hacía presente.

Ella movió nuevamente su cabeza a un lado, esperando encontrarse con sus labios, y así lo hace, el sabor a cereza aún permanecía ahí.

Él comienza a besarla y sus lenguas no tardan en empezar el juego, la de él golpeaba su boca al ritmo que su miembro entraba y salía de ella.

La sincronía la hizo estremecer, sus piernas y brazos temblaron, el orgasmo estaba apunto de llegar a su cuerpo y las rápidas y fuertes embestidas no paraban, sintió como su miembro palpitaba en su interior apunto de estallar.

El orgasmo los golpea como un balde de agua fría sobre su cuerpo hirviendo, con ese escalofrío recorriéndole la espalda, el líquido la llena completamente.

El líquido que se escurre entre sus piernas se siente frío al estar su cuerpo aún más caliente, y la chica suelta el aire aún con su cuerpo temblando, su espalda entra en contacto con el pecho del chico que sube y baja rápidamente.

Él saca con cuidado su miembro de ella y se agacha para tomar su camisa del suelo, toma a la chica por los hombros para darle un beso en la frente y cubrirla con la camisa. Y ambos se miran fijamente de nuevo.

-Ahora déjame cuidar de ti, preciosa. -dice esto último tomándola en sus brazos para llevarla a la cama, dispuesto a intentar de nuevo subir las escaleras con ella en brazos-

• K I N K S •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora