Todos tenemos secretos que podrían arruinarnos, secretos que podrían acabar con todo lo que tenemos y todo lo que somos pero, ¿Qué sucede cuando alguien los descubre?
SungHoon es un chico admirado y amado por todos pero con un secreto que dejaría s...
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capιтυlo 09: yo pυedo jυgar тυ jυego.
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Sus grandes ojos lo observaban con un brillo de emoción mientras que lo abrazaba. El cuerpo de SungHoon se tensa repentinamente y detiene su respirar. Aún no se acostumbraba a la cercanía de ella y menos el hecho de que siempre lo tomara por desapercibido cada vez que lo hacía.
—¿Q-que haces?—Tartamudea en un ligero susurro.
— ¿No es obvio? Te estoy abrazando. — Contesta aun con una gran sonrisa en su rostro.— Dijiste que te gustaban las chicas lindas y tiernas, pues bien.
SungHoon trago saliva y desvió la mirada hacia un costado. Él no tendía a ser tímido con las chicas ni mucho menos con otras cosas pero solo había algo que siempre lo incómodo y era la muestra de cariño al frente de otras personas y joder, estaban en la maldita calle muy transitada al frente de un restaurante muy conocido.
La vuelve a mirar encontrándose nuevamente con su rostro de muñeca mirándolo con esos grandes ojos que brillaban de emoción como si fuera una niña mirando su nuevo juguete. Había una realidad que ni él podía negar, ella era jodidamente hermosa.
— Maldición, deja de mirarme así.— Dice frunciendo el ceño.
— ¿Porque? Estoy tratando de ser linda. — Confiesa la peliazul.— Al menos para saber si tengo una mínima oportunidad.
El castaño levanta la cabeza y nota cómo cada persona que pasaba por allí se los quedaba mirando, algunos con sorpresa, otros indiferentes y unos tantos con una extraña sonrisa. Al darse cuenta de que estaban siendo el centro de atención se aleja y comienza a caminar intentando parecer indiferente.
— Se supone que eres tu la que se tiene que enamorar, no yo.— Comenta de la manera SungHoon.— Es ridículo.
Si bien se mostraba desinteresado, casi no había logrado dormir nada por culpa de los nervios que sentía y de los cuales no encontraba el sentido. Él no debería ni siquiera de haberse preocupado por esto pero lo hizo, a tal punto que hasta había hecho una lista de planees para la cita guiándose por los gustos de las mujeres con quienes él se relacionaba. Su plan era perfecto y no cabía duda de que ella se enamoraría de él.
Pronto toda esta mierda terminará.
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Ver una película.
¿Cliché? Si, pero esto era lo que le gustaba a las mujeres. Había sacado con anticipación dos entradas para ver una película romántica, de esas donde el chico malo termina siendo convirtiéndose en bueno gracias a la dulce chica que logró ablandar su corazón y donde te dan el estúpido mensaje que el amor lo cambia todo. SungHoon rezaba que al menos haya un final trágico (cosa que no creía) o al menos una pelea para que haga de esta una experiencia menos aburrida.
