No hay nada como el hogar

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Crecí en un enorme granero. Fragmentos depalabras y árboles de recuerdos. En un pasado remoto e inmenso. Papá, mamá y mihermano, las vivencias con ellos y los años. Mis piernas no alcanzaban arecorrer la llanura, terminaba cansada tan sólo con el comienzo de un viaje através del pasado. Un día tomé un puñado de semillas y las sembré en mis ojos.Me fui. Aquellas semillas germinaron y coseché mis sueños. Los bordes de unmomento, siluetas, nubes de tiempo. Detrás veo el deseo, la imponente tierra,sus raíces que son como manos morenas y se extienden para sostener el mundo,los escalones y el tejado. Ya no puedo entrar a la casa ni salir de ella, haquedado borrada la puerta, los árboles y recuerdos, marchitos, las nubes devientos tormentosos e insolutos paseando en el cielo. Mi padre solía recorreresos pasillos con total indiferencia, y soñaba con, algún día, recuperar lamemoria. Y las semillas de mis ojos dieron retoños, ramas de color, vientos deluz, el espejo de mi corazón reconstruyó mi figura a imagen y semejanza de lossueños más extraños. Todavía tengo pesadillas de fuego cuando despierto. Lalínea recta del horizonte converge en una sola y firme verdad que prefieroocultar, guardar en el secreto del hogar sagrado. No hay nada como el hogar, todavíalo miro claro, delineado tímidamente por el trazo, y siempre vuelvo a él, aquellimbo de infancia, para guarecerme en la brisa, dejarme devorar por el viento,des esclavizarme del cuerpo y escuchar llover. Yo crecí en un enorme graneroplagado de momentos mi boca no lo olvida: No hay nada como el hogar.


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Nota: Este poema es muy importante. Gracias a él conocí a mi querida amiga Karin Barrera, gran pintora y ser humano chileno. Estoy muy agradecido con este texto que, de hecho, está basado en su pintura "No hay nada como el hogar", tengo en youtube un vídeo sobre eso. A ver, creo que se los puedo poner aquí. 

Este es mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora