WAR AND PEACE │ Shingeki no Kyojin ｢Eren Jaeger｣

Capítulo 05. │ 𝐑𝐄𝐒𝐏𝐋𝐀𝐍𝐃𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐈𝐄𝐋𝐎

ATENCIÓN:

✑ Esta historia estará
ambientada en
capítulos del manga
(97-101 apróx).
La nueva temporada
se está emitiendo
actualmente, por lo que
correspondería a los
primeros capítulos.

✑ Puede que haya
algún que otro error
de adaptación con
respecto al mundo
de SnK; considero
que escribir sobre
este universo es un
auténtico reto y no sé
si podré lograrlo
del todo. Pero, al fin
y al cabo, esto es un
ff, así que bueno, es
lo que hay, gg.

✑ La organización
del sistema de
salud es tan ficticia
como este ff.

✑ Sin más que agregar,
espero disfruten de
la lectura.

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La luz del día aún no se manifestaba cuando, junto a otra enfermera y un asistente, Katrina Schwarz tuvo que enfrentarse a un cúmulo de papeles en desorden.

La gran cantidad de pacientes ingresados tras la finalización de los cuatro años de guerra generó un descuido significativo en aspectos administrativos. Había confusiones en las historias clínicas y demás documentos, por lo que el grupo se dedicó durante horas a organizar y corregir información en un espacio destinado para dicho quehacer.

De pronto, la concentración que depositaban en sus acciones fue interrumpida por el vocerío de una disputa en el corredor. En ese instante, Katrina le echó un vistazo al reloj colgado en la pared a sus espaldas, descubriendo así que ya era hora de cambiar turnos con la enfermera Voigt.

Se levantó de su asiento y se disculpó con sus compañeros por no poder seguir apoyándolos. Ellos le restaron importancia y siguieron con lo suyo, argumentando que ya estaban por finalizar.

Apenas salir de la habitación, Katrina pudo advertir que el bullicio anterior provenía desde el fondo del pasillo. Vio que una de sus colegas intentaba controlar a uno de los pacientes más inquietos de la institución, mientras que, poco más allá, la enfermera Voigt ayudaba a Kruger a levantarse del suelo.

—¡Señor Behera! —escuchó a la enfermera de mediana edad reprender al hombre de mirada perdida y extremidades trémulas—. ¡Le he dicho hasta el cansancio que no debe molestar a los demás pacientes! ¡Estamos en una situación deli...! ¡Señor Behera, deténgase! —El susodicho se escabulló con rapidez y agilidad. Fue perseguido por la enfermera y ambos desaparecieron poco después al adentrarse en uno de los tantos corredores.

—Ya era hora, mi turno acabó hace casi dos minutos —masculló Voigt al notar la presencia de Katrina acercándose.

—¿Qué ocurrió? —cuestionó Schwarz, sonando más alarmada de lo que pretendía. Su mirada se encontró con la de Kruger por unos segundos, quien acababa de incorporarse por completo.

—Behera venía en dirección contraria y, para hacerse el gracioso, le hizo una zancadilla a la muleta del paciente veinticinco para que se cayera, y así fue. En cuanto a él —Apuntó hacia Kruger con la barbilla—, tomó su desayuno en menos de un parpadeo e insistió con que quería salir a tomar aire. No tuve más remedio que acompañarlo.