Capítulo 04. │ 𝐀𝐆𝐔𝐀𝐂𝐄𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑𝐀𝐒

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A T E N C I Ó N
ALERTA DE MUCHO TEXTO

El capítulo es bastante largo, mucho. Traté de abordar lo mejor que pude la historia/relación entre Zeke y Katrina en un solo capítulo (solo desde la perspectiva de Katrina, claro, cofcof). Además, hay detalles que serán importantes para las próximas actualizaciones y algunos otros que conectan con los anteriores. Quizá sea aburrido por lo largo y "explicativo" que es (?) pero es de suma importancia.

Espero que lo disfruten de todas formas <\3

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𝐌𝐀𝐑𝐋𝐄𝐘, 𝐋𝐈𝐁𝐄𝐑𝐈𝐎
𝐍𝐎𝐕𝐈𝐄𝐌𝐁𝐑𝐄
AÑO 848
(seis años antes)

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—Lamento interrumpir, señor. Es la hija del sargento Schwarz, la señorita Katrina, otra vez.

Al fondo del sombrío despacho, el general, sentado tras el enorme escritorio allí ubicado, gruñó ante la notificación y alzó sus ojos en una fría gestualidad de fastidio.

—Ordené que la sacaran de aquí cada vez que regresara, maldita sea. ¡Usen la fuerza si es necesario! Que vaya a lavar ropa sucia y deje de estorbar. Ya me tiene harto con sus niñerías —farfulló al bajar la mirada. Acomodó unos mapas desplegados y rellenó unos papeles con velocidad y destreza en su escribir—. Estamos ocupados en asuntos delicados, joder. Las interrupciones pueden generar fallos, y si fallamos en esto, estamos jodidos —gruñó, integrando a los otros dos hombres presentes en la oficina, entre ellos, un joven eldiano de enmarañado cabello rubio; Zeke Jaeger, de veintitrés años.

—Dice que volverá las veces que sean necesarias hasta que usted acepte o al menos tome en consideración su solicitud.

El comandante marleyano junto a Zeke carraspeó antes de sumarse a la conversación.

—¿Qué es lo que esa chica solicita? Si es que se puede saber, claro —preguntó con solemnidad y sutil interés, expresando la duda que también compartía el actual portador del titán bestia.

—Boberías colosales, eso es lo que solicita. Esa demente quiere mi permiso para poder trabajar en el hospital que hay en la zona de internamiento —soltó una risa carente de humor—, ¿habías escuchado antes mayor tontería que esa? O, peor aún, ¿imaginaste alguna vez que la descendencia del sargento Schwarz querría sanar eldianos? Parece un chiste, uno muy malo, malísimo.

» La muchacha se enteró por algún medio que estaban cortos de enfermeras y hace semanas que intento sacármela de encima. Me sigue a todas partes y regresa cada vez que la expulso de aquí —indicó antes de mascullar—: Todo indica que esa niña heredó la obstinación de su padre. No será fácil deshacerme de ella.

» Pero no voy a permitir semejante cosa, por supuesto. Flaquear de esa manera es como si Marley estuviera dispuesto a besar las heridas de los demonios y a peinarles el cabello mientras esperan la hora del té. Patético.

—La verdad, no me sorprende demasiado viniendo de ella; pero, aun así, no acabo de comprender por qué la hija de Schwarz tendría el atrevimiento de solicitar tal cosa. Su padre debe sentirse avergonzado.

El general lanzó un bufido en respuesta a los dichos del comandante.

—Y humillado. La primera vez que ella vino soltó un ridículo discurso que se resumía en ayudar a las personas, ser un aporte y bla, bla, bla. En fin, una total humillación para su padre y para nosotros, una auténtica vergüenza. Si la chica está bien preparada puede trabajar sin problemas en cualquier otro hospital fuera del muro, tal y como lo ha hecho los últimos dos años. Que ocupe de una vez el lugar que le corresponde y se acabó —cortó el asunto, acomodándose en su asiento—. Jaeger, puedes retirarte. Será mejor que resolvamos lo nuestro mañana temprano, sin ningún tipo de paréntesis. Debemos analizarlo otra vez. Si omitimos algo, como ya dije antes, estamos jodidos. Más que jodidos.

WAR AND PEACE │ Shingeki no Kyojin  「Eren Jaeger」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora