Percy Jackson, Heroes del Olimpo, reaccionando a Record of Ragnarok

Prólogo:

Diez semidioses cayendo del cielo pueden arruinar tu día.

Es difícil describir la magnitud y al mismo tiempo lo intrascendente de una reunión anual de los olímpicos en el solsticio de invierno.

Es una fecha que augura desastre. El día más oscuro del año, donde fuerzas antiguas se revuelven y resurgen. Es por ello que los dioses se reúnen en el salón del trono del Olimpo, la unión hace la fuerza. La sola presencia de doce de las entidades más poderosas del universo en un mismo sitio suele bastar para mantener el orden en todo territorio controlado por el panteón helénico.

La cuestión es que el puesto de orden es el caos...

Χάος

(KHÁOS)

"ESPACIÓ QUE SE ABRE"

Para los griegos, "caos" no es sinónimo de discordia y destrucción

CAOS SIGNIFICA: "ESPACIO VACIO"

Los rayos se acumularon en el centro de la sala del trono del Olimpo, tomando por sorpresa a los dioses presentes. Materia cósmica comenzó a fluir formando una tormenta y la inmensidad de la existencia se abrió bajo la forma de una grieta que lentamente adoptó una figura reconocible.

Al principio, de entre el fulgor de un sol inabarcable, se abrió un ojo, del que brazos y piernas surgieron a sus lados. Pronto, la silueta se tornó en un ser humanoide que se alzó sobre la hoguera de Hestia.

—Miles de años han pasado, y aún así, jamás pensé tener el honor de conocerlo finalmente en persona, bisabuelo—dijo Zeus, manteniendo una forme postura sobre su trono—. ¿Qué trae ahora al vacío del que todos provenimos a mi palacio?

El primigenio se volvió hacia él. Zeus permanecía en un estado de forzada calma, consciente de que ni siquiera su rayo, que al principio de la titanomaquia había sido capaz de hacer temblar el universo infinito, era significante cuando se lidiaba con una entidad semejante poder.

Caos hizo un gesto con la mano, invitando a los presentes a relajarse. Ningún otro dios se había atrevido a decir una palabra, pues no era común que el todo tomase forma física para manifestarse como parte tangible de la creación.

Sólo entonces, un grupo de semidioses se materializó en la sala, desplomándose con gran estrépito ante los claramente confundidos dioses.

—Jason, tu pie está en mi cara...

—No, hermano, tu cara está en mi pie...

—¿Podría alguien explicarme qué acaba de suceder?

—¿Leo? ¿No se supone que estás muerto?

—Es una larga historia...

Un destelló iluminó brevemente el salón, y Apolo, hasta entonces mantenido en confinamiento por Zeus, apareció en su trono.

—¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?

Caos aplaudió dos veces para llamar la atención de todos los presentes.

—Dioses y semidioses, permítanme presentarme ante ustedes. Soy el Caos Primordial. Soy el primero y soy el todo. Y ustedes han sido seleccionados por mí, de entre todos los universos, para acompañarme a vislumbrar un mundo distinto al suyo.