Origen de mi especie

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Si pudiera escribir para hacerle honor a tu belleza, textos de innumerables palabras saldrían a la luz. Irradiarían la vista con adjetivos que llevan tu figura y tú ser.

Si pudiera percatarme de cada pequeña acción que realizas, nunca precaria al no entenderte: comprendería los adentros de tu alma expresados en pequeños gestos.

Si pudiera dibujar cada día girasoles tan sublimes como tú, no tardaría en comprender que buscar inspiración en el paisaje es inoportuno; tu eres mi paisaje.

En el oscuro camino mis luceros caducos no iluminan el sendero, veo ademanes despidiéndose y mi apatía resulta inocua ante la situación aversiva contra mi alma.

Si pudiera ocasionalmente, vislumbrar breves destellos de belleza en aquel camino, seguramente tú serías la dirección que busco.

Si pudiera viajar a través de las constelaciones y romper la física que me ata a lo mundano, generaría fuego en el espacio, sublevaría las leyes ante mi y la chispa que hizo el incendio: tu silueta. Nos filmarían nolan, Lucas y Kubrick.

Rara avis in amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora