RECUERDOS DE UNA PEGASO

665 74 7
                                    

(T/N) se movía de un lado a otro en su cama, tratando de dormir tranquilamente, talvez Luna se tardaba, pero no podía evitar volver a soñar en... eso.

~

Una pequeña pegaso observaba desde la ventana de su casa a los pequeños ponis volar sobre los aires. Mantenía una expresión seria al ver cómo volaban con sus amigos.

Amigos, esa palabra no se asociaba para nada con ella, desde que tiene memoria, nunca ha tenido una amiga, ni siquiera un compañero. Será por su personalidad, ¿quizás? No lo sabía, pero tampoco le importaba de todos modos.

Sus padres estaban detrás de ella, mirándose preocupados uno al otro. Habían tratado de hacer que su hija hiciera nuevos amigos afuera de la escuela, pero simplemente nada funcionaba.

Su madre se acercó, -(T/N), ¿no quieres ir a tomar un helado con tus compañeros? Son vacaciones de todos modos.-

-¿Y para qué? Terminarán de comer su helado y se irán.- Respondió seria sin quitarle la mirada afuera. La mayor suspiró y se alejó, rápidamente salió de la habitación sin dirigirle la mirada a su esposo. Su padre frunció el ceño al ver a su esposa desanimada, y se dispuso a salir del lugar, -Cariño, zolo recuerda que en unos días visitaremos a unos amigos en Ponyville, así que prepara tus cosas. Sin excusas.-

~

(T/N) abrió sus ojos de golpe y se alzó de su cama sorprendida, hace tiempo que no soñaba con eso.

Pero solo era el principio de la historia con cierta amistad.

Volvió a tirarse a su cama, esta vez llegando a dormir placidamente, pero luego de algunos minutos volvió a tener otro sueño, uno con el que había soñado antes.

~

Una niña iba caminando por las calles de Ponyville, quedó asombrada con lo hermoso y colorido que era, habían varios ponis de distintas razas y ninguno se llevaba mal.

Mientras iba sumida en sus pensamientos, una pelota golpeó su cara.

Soltó un quejido, tocando la parte en donde la lastimaron. Sacó pequeñas lágrimas de sus ojos, no quería llorar.

-Ups, ¡lo siento!-

Una voz nueva habló, la pequeña pegaso miró enfrente suyo y se encontró con una unicornio pequeña. Ella levitó la pelota hacia ella con su magia y le sonrió.

Se acercó y alzó su casco en forma de saludo, -Soy ?!#$, ¿y tú eres...?-

~

La pegaso abrió sus ojos de nuevo, esta vez sin moverse, y frunció el ceño, ¿acaso era una señal? No lo entendía, pero luego de ese incidente, el mismo suelo ha pasado por su mente una y otra vez.

Sin embargo, sonrió ligeramente ante aquella memoria, esa pony le había ayudado a crecer como persona, su personalidad floreció y empezó a tener más amigos. Todo gracias a ella. Pero algo inesperado ocurrió, y todo por su culpa.

Su sonrisa se borró.

𝗔 𝗦𝗘𝗖𝗢𝗡𝗗 𝗖𝗛𝗔𝗡𝗖𝗘 𝗜𝗡 𝗟𝗜𝗙𝗘 • 𝗠𝗟𝗣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora