Vlandemia.

Capitulo 1. Esclavitud.

Diane Brown.

Siempre me pregunté que se sentiría ser un vampiro y tener la libertad de hacer lo que desees sin miedo, pero lo que nunca me pregunté  es que se sentiría amar a uno, ahora puedo decirles que se siente.

Jamás en mi vida había sentido tanta culpa y remordimiento como ahora, amo al ser más despreciable del planeta con todas mis fuerzas. Aunque al mismo tiempo no podía evitar odiarlo, odiar sus besos, su rostro, sus palabras, sus cartas, sus poemas y todo lo que me uniera a él.

Todo comenzó cuando comencé a trabajar en la casa de la familia Sallow. Cuando cumples la mayoría de edad debes trabajar para una familia de vampiros, ya sea en sus hogares o fábricas. Antes de que se oculte el sol regresas a el centro para humanos al cual pertenezcas, ahí tenemos comida, camas y cosas básicas para asearnos. En pocas palabras somos esclavos que alimentan para que sigan trabajando. Muchos de nosotros incluso fuimos separados de nuestras familias, en mi caso solo vivía con mi abuelo y mi mejor amigo Daniel.

Todavía recuerdo cuando llegue a la casa Sallow por primera vez, muchos me decían que podías pasar tu vida entera trabajando para un amo que jamás conocerías, pero en mi caso no sucedió así. Conocí a Isabelle desde el primer día que entre a esa casa, ella era hermosa, portaba un vestido rojo al igual que su cabello, tenía una amigable sonrisa a pesar de ser un vampiro. Ese día ella me explicó que su esposo viajaba mucho por negocios y que por ello vivía sola en esa enorme casa, que tuviera la confianza de tomar lo que quisiese y que ella solo me dejaría un par de tareas para mantener la casa, pero que luego de concluir podría marcharme.

Seguí todas las instrucciones siempre al pie de la letra, leyendo sus notas que dejaba en la mesa, hasta que llegó él.......