Vlandemia.

Capitulo 3. Condena.

Diane Brown.

Llegaron más de ellos, pero esta vez traían a un hombre arrastrado, al parecer lo habían golpeado al punto de no poder moverse.
-esta escoria dice que entre ustedes esta el jefe del famoso círculo negro, nos pidió que a cambio de decirnos quién es lo convirtiéramos en uno de nosotros-. Decía un vampiro con anteojos y cabello oscuro. Su sonrisa era macabra y burlesca.
-¡dime, quien de estos hombres es!-. Gritaba sujetando al hombre del cuello. El apuntaba a Daniel cuando mi abuelo se colocó enfrente.

Mi abuelo había sido el primer fundador del círculo negro pero por edad avanzada se hizo a un lado para dejar a hombres más fuertes guiarnos.
-¿que haces dada?-. Le preguntaba a mi abuelo angustiada mientras sujetaba sus hombros.
-Daniel es nuestra última oportunidad, no puedo dejar que no las arrebaten, incluso si debo dar mi vida a cambio-. Contestó y camino hacia los vampiros.
Yo corrí pero las personas me sujetaban, al parecer todos estaban de acuerdo que mi abuelo se sacrificara por Daniel.
-el anciano tiene valor, por ello te daremos una muerte digna-. Decía el vampiro, con una sonrisa en su rostro.
-¡no!, ¡soy yo la líder, mi abuelo se está entregando por mi!-. Grite con fuerza y secando mis lagrimas caminé hacia ellos.
Mi abuelo intentaba convencerlos pero ellos lo hicieron a un lado.
-llévenla, veremos que opina la corte al respecto-. Mi abuelo se aferró a mi pero lo empujaron hacia las personas luego me sujetaron de los brazos metiéndome a una camioneta negra.

Cubrieron mi rostro hasta que llegamos a un gran salon con varios vampiros alrededor y una silla solitaria, donde me sentaron y amarraron.
-ahora tú nos dirás a quien están cubriendo o mataremos a todo tu centro-. Decía el vampiro mientras se agachaba frente a mi.
-veamos para quien trabajas, dime tu nombre y tú amo-. Preguntaba otro vampiro abriendo un libro.
-Soy Diane Brown, mi ama es Isabelle Sallow-.Cuando escucho el nombre de Isabelle me observo con preocupación. Cerró el libro y todos comenzaron a murmurar entre sí.
-¡silencio!-. Grito un vampiro que lucia más viejo que los demás.
-estoy dispuesto hacer un trato contigo- Decía acariciando su rostro con sus largas uñas.
-si tú asesinas a Isabelle, nosotros a cambio te dejaremos vivir, incluso le perdonaré la vida a tu anciano abuelo. Tengo que aclarar que si te niegas te estas condenando a muerte-. No comprendía por qué querían asesinar a Isabelle, pero no tenía más opciones que hacerlo o morir.
-acepto, pero quiero saber por qué debo matarla y cómo piensan que lo haré-. Conteste y el vampiro de anteojos se acercó a mi y sujetando mis manos amarradas a la silla dijo.
-Ella es el único ser que le importa a Claus Vlan, si corre la noticia de que ha muerto el saldrá por fin de su escondite. Es algo que nos conviene a ambas partes-. Decía con una gran sonrisa.

Los vampiros me liberaron y me tendieron una carta, la cual debía entregar a Isabelle.
Al llevar al hogar de mis amos, un vampiro me sujeto del brazo antes de bajar del auto.
-no hagas nada estupido, ella es muy inteligente, gánate antes su confianza-. Luego me soltó cerrando la puerta casi en mi rostro.....