Quiero morir.
Es lo que pienso cuando despierto a las 6 de la mañana para volver al colegio. Mi fuerte no es estudiar y sinceramente no creo que lo sea jamás, aun así, me veo en la obligación de ir cada día de mi vida a esa cárcel. - ¿Ustedes entenderán a lo que me refiero con cárcel no?
No me gusta, odio tener que despertar temprano para ir a un lugar donde siempre es lo mismo. Aunque para ser honesto prefiero mil veces eso, a tener que estar en mi casa, es la cosa que más odio en mi vida.
Mi mamá nunca se encuentra, y mi padre pues, no tengo idea de quien sea. No quiero saberlo tampoco, no es como si me importara o me hiciera falta.
Después de analizar mi vida durante 15 minutos acostado en mi cama, por fin salgo de ella. Escucho a mamá, eso solo significa que aun no se va al trabajo. Entro al baño y me doy una ducha rápida. - No quiero llegar tarde al colegio- eso solo significaría uno excusa más para el profe Artes Sociales para enviarme con el director y no gracias, mejor pasó. No es muy buena idea que digamos, el director parece odiarme.
Me miró en el espejo, no soy de arreglarme mucho, pero hay decido ponerme mis vaqueros azules, -son los que mejor me quedan- y una camisa negra que se ajusta a mi torso lo bastante trabajado - No exageradamente, pero si decentemente - busco mis tenis jordán pero solo encuentro uno así que me pongo las gastadas de siempre, no tengo tiempo para perder en eso.
×
Llego a la cocina y beso la cabeza de mi madre, ella me devuelve el gesto con un abrazo, Dios es inevitable no amarla.
- Ty ¿Tienes tiempo de desayunar conmigo hoy?
Lo pienso un momento, reviso el reloj que tengo en la muñeca y le digo:
- Claro ma, siempre tengo tiempo para ti.
Ella me da una sonrisa como las que solo ella sabe dar, una sonrisa cálida, tierna. Una sonrisa maternal de las que más amo.
Siempre agradezco a Dios por tenerla, ella es lo único que esta bien. Ella me mantiene a flote en la vida. Si no fuera por ella no se que sería de mi vida pero sin duda no sería lo mismo.×
Mi madre nos sirve el desayuno en la pequeña mesa de comedor, preparo café y unas tostadas que se ven deliciosas. Mi estómago ruge, muero de hambre.
- ¿Que harás después del cole hoy? - Pregunta mientras termina de servir todo para sentarse a mi lado -
- No lo sé, tenía pensado verme con Mía para pasar el rato, ya sabes, como siempre.
Mía es mi compañera en muchos sentidos, pero no es mi novia ni nada por el estilo, en este momento no quiero nada serio.
- Oh, ya veo, no llegues tarde, sabes que me preocupo si no llegas antes de las 11 pm.
- Si, igual y solo iremos al cine y a comer tal vez, aun no se que querrá hacer ella. Cualquier cosa te llamo.
Para ese momento casi habíamos terminado de comer, a mi solo me quedaba menos de media tostada y ella al parecer no quería terminar su desayuno. Me levanto de la mesa y recojo nuestros platos para ponerlos en el fregadero.
- ¿Quieres que te deje en el colegio?
- No gracias ma, tenia pensado ir mi motocicleta.
- Listo Ty, te cuidas y por favor, cualquier cosa me llamas, te amo.
- También te amo mamá, adiós que se te hace tarde y a mi también.
La veo dirigirse a la puerta principal entonces corro a mi habitación para buscar mi mochila y mis llaves, ya son las 6:45 am estoy a tiempo de llegar a la clase de Artes Sociales.
Vuelvo a bajar y voy al garaje para sacar mi moto. Algo llama mi atención y es el camión de mudanza que hay frente a mi casa, en la casa que estaba en venta hace unos días. Al parecer ya no lo está.
Veo a varios trabajadores sacar cosas del camión y meterlas en la casa, también veo a una señora, la nueva dueña supongo. Lo más seguro es que sea alguna solterona en busca de cambiar de aires, nunca lo sabremos.
Decido irme, no voy a quedarme todo el día aquí viendo a la nueva vecina ¿o si? No gracias.
×
Llego al colegio y son las 6:54 justo a tiempo, busco mi aula y entró. Ya hay gente dentro pero no muchas, después de mucho tiempo no seré yo quien vaya a dirección el primer día de clases.
×
Las clases pasan lentas y muero de sueño. - Efecto de dormirme a las 2 de la madrugada-
De un momento a otro todos se quedan en silencio entonces la veo, veo a la chica más linda de todo el universo, esta de pie ahí, en la puerta.
Tiene el cabello un castaño claro, su piel blanca brilla bajo el sol de la mañana y entonces vuelve su cabeza hacia mi y me mira, esos ojos, sus ojos, Dios son lo más hermoso que pude haber visto en toda mi vida, son un tono azul oscuro, te hipnotizan con una sola mirada. Esta mirándome a mi, y yo solo estoy viéndola a ella, a la muñequita más preciosa.- Por favor presentase señorita - Habla el profesor Steven - es ahí cuando salgo de mi hechizo y aparto la mirada de ella.
- Buenos días, mi nombre es Dakota y vengo de colorado. Espero llevarme bien con todos ustedes.
- Muy bien señorita, tome haciendo al lado de Max, el joven de camisa verde.
La veo dirigirse a su aciento y no me pasa desapercibido la mirada que me da antes de sentarse, seguro la hice sentir incómoda por mi mirada ¿habra sido eso puedo? No lo sé, pero espero que no. No puedo quitarle los ojos de encima y presiento que algo aquí no va a salir bien.
Paso el resto de la clase poniendo atención a la clase y de ves en cuando la vuelvo a ver, ya la e agarrado mirando también así que por lo menos estamos a mano.
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¿Debo luchar por él?
RomanceDakota Ramírez una joven de 16 años que se mudara a una nueva ciudad sin saber que su vida cambiara en el proceso. Conocerá el amor. Pero también el dolor. Tyler Diaz un joven interesado en todo menos en una relación seria mucho menos, en el amor. ¿...