capitulo 4

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Flash Back

-Mira el nuevo chico que llegó a la carrera de derecho, parece un modelo de revista- dijo DJ

-Claro, por eso se vino a estudiar acá, Dinah, no todo lo que brilla es oro, así que si te gusta, no vayas por el tan rápido.

-¿Qué? ¿Yo? Lo digo por ti Mila, estas algo necesitada de novios, y él es una mezcla de tierno y sexy que calza contigo.

-Ella po, la que cambia de novio como cambia de color de pelo- me burlé.

-¿Crees que me ofendes? Te haré un favor, investigaré sobre él.

-Austin Mahom, se mudó desde LA y es un buen chico.

-Primero que todo es MAHONE,  ya lo sé-respondí pícaramente

-Pero like, ¿cómo lo sabes?- Dijo intrigada

-Compartí una clase con él y fuimos equipo Hansen, así que no debes hacer nada por mí.

-Así que Cabello es una jugadora, quien lo diría.

-La diferencia entre tú y ello, es que yo puedo ser amiga con los chicos, y no me imagino ligando con cada uno de ellos.

-Son las hormonas, que quieres que le haga?

-Deja el pollo amiga- nos reímos.

Fin del Flash Back

-Y no lo pude evitar, te mentí para protegerme.

-Lo que más me duele, es que no hayas confiado en mí, nos casaremos Austin. Seremos uno por Dios, me hieres.

-Perdóname Camila, por favor, te juro ya no habrá secretos.

-Quiero un espacio, solo, déjame- Salí corriendo a casa de Dinah.

El real motivo por el cual Austin se mudó no fue porque su madre consiguió otro empleo como me había dicho, sino por una extraña adicción que su padre le inculco para poder conseguir dinero fácil. Él era adicto al juego de mesa, póker, black Jack, y todas esas.

Sabía que era de padres separados, incluso he compartido mucho con su madre y hermano pequeño, me dijo que su papá le enseñó a jugar desde pequeño, y lo llevaba a lugares de mala categoría a apostar lo poco y nada que tenían. Gracias a eso Austin pudo ayudar en casa, y pagarse la universidad.

Pero lo que no sabía era que aún estaba en esos pasos. Pero no por necesidad- Claro que no nos sobraba la plata, pero podíamos vivir con eso- pero la adicción ya está en otro nivel.

Él aun le envía dinero todos los meses a su madre para ayudarla, pero no sabía que a veces lo perdía todo en una noche.

-¿Aún te casaras?- preguntó Dinah

-Estoy enamorada, pero no sé qué hacer realmente- respondí afligida.

-Haz lo qué tu corazón sienta, y si el necesita tu ayuda, ayúdalo y salgan de esta juntos.

-Tienes razón.

Al otro día llegué temprano a casa, Austin estaba dormido en el sofá, una botella de wiski medio vacía y con la misma ropa del día anterior.

-Austin, despierta, se hace tarde para el trabajo.

-Mila, ¿cuándo llegaste?

-Recién, acaso ¿no irás al trabajo?

-La jefa me dio el día libre, pero si quieres salgo, si no quieres estar en la casa conmi...

-Austin, reaccioné mal, entiéndeme, me siento pasada a llevar, no entiendo cuanto tiempo me ocultaría  algo tan importante en tu vida.

-Solo quiero que me perdones Camila                                  

-Nunca mas me ocultes algo así, sobre todo si compartiremos nuestra vida por el tiempo que nos quede en la tierra.

-Eres lo mejor de mi vida Camila.

-Te amo Austin.

Han pasado unos días, y necesitamos reunir el dinero para pagar los meses de atraso, y hemos tomado una decisión trascendental. Iremos al casino y Austin se enfrentará a su vicio, pero esta de vez por verdadera necesidad.

Nos vestimos acorde y partimos rumbo al excéntrico local. La sorpresa fue que el ambiente no era como yo me lo esperaba, tipo películas mafiosas, más bien era  que hasta familias reían sin parar dentro del recinto, funcionaba como hotel, sala de eventos, restaurant y cine.

Él fue a cambiar el dinero por fichas, y la odisea empezaría.

Me dio una cantidad y me dijo que tratara de disfrutar y si quería comía algo, y se alejó a la mesa que se encontraba en el centro. Iba camino a ir por un trago y tropecé con alguien, más bien una mujer alta, y con perfume desbordante, haciéndole derramar su bebida sobre - por lo que se veía- su costoso traje.

-Wouh, sinceramente me compré este trago pero no para saber cuántos grados de alcohol aguantaba mi traje sin estropearse.

-De verdad lo siento mucho, suelo ser bastante despistada, si quieres te compro otro trago, o quizá ¿quieres que te pague el traje? — pregunté avergonzada

-¿De verdad crees que no tengo más trajes? Si quiero me podría comprar una fábrica, pero cariño, ten cuidado a la próxima- dijo seductoramente- con permiso.

Y así se fue, no sé qué me dejó mas desconcertada, si su personalidad, o esos ojos, maldición, que manera de volver loca a una persona, generalmente y platónicamente hablando.

Luego de un rato vi a lo lejos a Austin con una sonrisa, y supuse que la había ido bien.

-Amor, tengo la posibilidad de doblar esto, y por lo que veo no está difícil ganar la partida- dijo emocionado.

-Hey, bájale un poco, si ya tienes el dinero, solo vámonos.

-8 de 10 son las posibilidades de ganar, confía en mi amor.

-Esta bien, pero estaré cerca de ti mirando.

-Esa es toda la suerte que necesito. 

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⏰ Última actualización: Apr 22, 2015 ⏰

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