Mar.

421 8 0
                                    

Un nuevo día, una nueva mañana, un nuevo intento de escape.

Me presento, soy Mar, tengo20 años y voy buscando la felicidad, pero atada al pasado, un pasado lleno de dolor.

Abrí mis ojos, levanté mi celular y apagué la maldita alarma que interrumpía una vez más mis sueños. Vagamente me fui despidiendo de mi cama, esa que era mi lugar de refugio.

El día empezó como cualquier otro, un breve desayuno, bañarme, y partir hacia la universidad, pues soy una simple estudiante de filosofía.

Descubrí este mundo al que pertenezco cuando tenía 8 años y mis padres me regalaron mi primer libro. Con el paso del tiempo fui avanzando y mi afición fue cada vez mayor.

Camino a la universidad me crucé con mi mejor amigo, mi otra mitad, mi querido Tomas. Ese muchacho de ojos marrones intensos y pelo negro, con su metro 95 y aquella sonrisa que nunca ocultaba.

Corrí hasta él y lo saludé como de costumbre, sus manos acariciaron mi espalda y solo pude largar una breve carcajada.

- ¿Cómo estás hoy? ¿Segura que quieres ir a clases? – Pronunció con su voz calmada, transmitiendo paz y armonía.

-No sé muy bien como estoy Tomi, solo no quiero pensar mucho. Vamos a clases. - transmití intentando sonar lo más segura posible, aunque mi voz era entre cortada.

Las clases empezaron, eran aburridas y las horas parecían no querer pasar, los minutos estaban congelados mientras una presión se hacía presente sobre mi pequeño corazón que se encontraba dañado.

Con pesadez se acabó el primer turno. Salimos al patio con Tomi.

-Pongo música, ¿te parece? – pronunció con su voz calmada como era de costumbre.

Solo hice un gesto de sí con la cabeza.

Comenzó a sonar cielo de ti de mi querido Luis Alberto Spinetta, y parecía que esta vez las frases eran más dolorosas que las veces anteriores.

Poco a poco las palabras se clavaban en mi ser como pequeños puñales que querían acabar con mi estabilidad. Y con ello una lagrima se asomó, interrumpiendo mi día una vez más.

Yo no tengo un solo rastro tuyo en mí

Oh mi amor, solo cabe luchar

Empezaba diciendo mi cantante favorito, y así mis lágrimas empezaban a aparecer, hasta volverse un río sin contención.

Era un dolor silencioso, hasta que mi mejor amigo se dio cuenta y con sus manos cálidas abrazo mi cintura apoyando mi cabeza en su hombro.

-acá estoy Mar – acarició mi espalda dejando en ella pequeñas palmadas.

Quizás se estarán preguntando, pero ¿qué es lo que pasa?

Volvamos el tiempo, hace exactamente 1 año atrás.

-Vamos ma, llegamos tarde – Apuré a mi madre para que me lleve a una fiesta que se hacía al otro lado de mi pequeño pueblo, por lo que ella me iba a llevar y buscar.

Salimos unos segundos después, llegamos a la casa donde seria, bajé del auto y despedí a mi madre con un beso, ella solo me dijo a las 7 te busco bebé y emprendió su vuelta a casa.

Entré y me junté con mi grupo. Las horas pasaban muy rápido. Luego de un rato saqué mi celular y le mandé un mensaje a Lauri, mi amada madre.

Eran las 7:16 am, me parecía raro que mi madre no haya contestado mi mensaje ni haya venido, pues es la persona más puntual que conocí en mi vida.

Me preocupé, la llamé varias veces. Luego de un rato dejé de hacerlo, creí que por esta vez se había dormido.

Entré a la casa, la fiesta seguía. Me puse a conversar con Azul, una conocida que tenía de cuando hacía boxeo. En un instante mi celular vibraba, me fije y era una llamada de mamá. Me despedí de la azul y nuevamente abandoné la casa, estaba segura de que me llamaba para avisarme que me estaba esperando afuera.

-Mamá, ¿en qué parte estas, no veo el auto? - exprese inmediatamente respondí.

-Hola, buenos días, no soy su madre. Soy Evangelina, oficial de la policía. – se escuchó del otro lado.

-Hola. ¿Por qué tiene el teléfono de ella, paso algo, está bien? – bombardee a la oficial con preguntas, y por alguna maldita razón mi corazón comenzaba a latir con gran intensidad.

-Lo siento mucho, lamento tener que darle esta pésima noticia. Su madre sufrió un accidente automovilístico, ha impactado con otro auto que se dio a la fuga, aun no lo hemos podido localizar. Ella falleció por el impacto. Cuando la rescatamos tenia abierto el chat con usted por eso la llamamos.

Con cada palabra que iba saliendo de aquella persona que no conocía, mi corazón se estrujaba, y mi alma parecía querer salir de mí. Comencé a llorar, no podía estar pasando esto, no a mi mamá, no a ella, es injusto, no lo puedo creer, no la voy a ver nunca más.

Todo esto pasaba por mi mente en instantes, donde mi mundo parecía derrumbarse, donde el tiempo estaba intacto, ni los segundos se atrevían a pasar.

Dejé caer mi cuerpo en aquel pasto frio, cuando sentí como Tomi corría hacia mí.

-¿Mar que pasó, estas bien? – pregunto asustado.

-Por favor tomi decime que es una mentira, no puede estar pasando esto- respondí mientras golpeaba el piso y las lágrimas corrían por mi cara.

-No entiendo amor, qué pasó, explícame- suplicó él.

-Me llamaron para decirme que, que, que mamá, murió – dije con la voz cortada y un nudo que no me dejaba hablar. – es mi culpa, si yo no le hubiese dicho que me busque nada estaría pasando – seguí.

Mi amigo me brazo como si no hubiese un mañana, con toda la fuerza que tenía. Como si entendiera que por dentro pedía a gritos que alguien junte todo lo que segundos atrás una llamada rompió.

-Lo siento tanto tanto Mar. No tengo palabras. Pero no te culpes, no es tu culpa, es esta vida de mierda que nos arrebata lo que amamos. Pero acá estoy mi chiquita, no vas a estar sola jamás.

-Nos faltaron vivir tantas cosas juntas tomi.

Me aferré a su agarre y al paso que todo parecía nublarse la gente que estaba en la fiesta salía hacia donde estábamos nosotros, todos preguntándose qué era lo que pasaba. A medida que se iban enterando las caras de sorpresa eran desgarradoras, ver como sentían lastima, como nadie sabía que decirme.

Se acercaron y me abrazaban, me decían lo siento mis condolencias acá estamos.

Por favor déjenme, no quiero estar acá, que alguien me saque, no se acerquen más. Esto es una mentira, no está pasando en serio, díganme quien fue el que idea esta broma de mal gusto. Traigan a mi mamá, que me lleve de una vez por todas, quiero acostarme con ella a ver friend y reírnos de Rachel.

Los siguientes días fueron una basura, no tenía aliento para nada, solo seguir porque sé que eso es lo que mamá desearía para mí. Y por ella dejaría todo y más si se pudiera.

Esperándote; Rodrigo de Paul.Where stories live. Discover now