⚡Tú me lograste iluminar ✨ ...

Eso ocurrió inesperadamente...

Sin darme cuenta salí disparada de allí.
Como si se tratara de un rayo, como cuando alguien importante me escribe y al segundo respondo.

Mi primera e inesperada reacción ha sido bastante instantánea. Y en el momento que pasó por alguna razón estaba muy convencida, de que era lo correcto. Aparté a todas las enfermeras a un lado. Literalmente que sin querer tiré a una al suelo, y por ello rápidamente me disculpé y seguí con lo mío.

Mi amigo se encontraba sorprendido por la situación, sobretodo por mi extraña acción. Pero yo no cambiaba de idea, tenía que hacer algo. Y ese algo lo haría yo y nadie más. Realmente era la única de allí que le importaba, los demás lo hacían por trabajo. Así era las cosas.

Le agarré de la mano lentamente, lo cual el seguía algo impactado por aquel infarto que le estaba dando. Y todavía estaba en proceso. Y con ello veo que me da la otra mano, y por ello yo me sorprendo. Él se estaba empezando a calmar y yo estaba orgullosa de mi misma, hacía mucho tiempo que no me sentía así.

- Te doy todos mis ánimos y fuerzas, ya sabes que siempre estaré ahí para cuando me necesites- le digo mientras sin quererlo se me escapa una lágrima. Incluso me avergoncé, ya que no entraba en mis planes.

- ¿Hace cuánto que no lloras?- me preguntó sorprendido y ya calmado.

Había sufrido un infarto, era totalmente consciente. Pero.. mis palabras le relajaron y hizo que rápidamente pudiera volver a estar estable. Alomejor era lo único que necesitaba.. una persona que le ayudara, así como hice yo.

- Lo siento, se me ha escapado de las manos- le contesté riéndome un poco. Al saber que ya había pasado todo mi preocupación había desaparecido.

- Tranquila- me calmó mientras me miraba directamente a los ojos y yo le devolvía la mirada.

Me encontraba en un estado de satisfacción muy alto. El saber que sólo unas palabras y una reacción que podría no haber válido nada.. influyera tanto..

- Era lo que necesitaba- me afirmó mientras me abrazaba. Luego giré la cara y pude observar como todas las enfermeras seguían observando. Lo cual por un instante me puse toda roja, aunque traté de disimularlo.

- Me alegro- contesté, entonces me alejé un poco, yéndome hacía todas ellas que se encontraban opinando de la situación.

Entonces suena mi móvil. Y al ver el nombre de la llamada me doy cuenta de que era mi madre. No pude evitar alarmarme, ya que ni me acordaba de los mensajes que nos envíamos hará unos cuarenta minutos aproximadamente.
Sin pensarlo me despedí de todos, seguí notando la mirada de la enfermera que acompañaba a mi amigo desde el principio de mi visita. Su cara de asco había desaparecido, ahora solo lograba dedicarme una cálida sonrisa de despedida. Lo cual yo respondí con un simple signo de adiós que hice con la mano.

Fui corriendo hacia mi casa más contenta y orgullosa que nunca. La verdad que no me lo esperaba ni de lejos. Para mí era totalmente inolvidable.

Me puse rápidamente mis auriculares y me puse canciones random, porque no tenía una playlist específica para esas situaciones. Ya que nunca me había pasado algo parecido.

Iba tranquila, estaba caminando a un paso bastante lento, aunque al acordarme de mi madre lo aceleré. Y así fue como me encontraba enfrente de mi casa, después de otra media hora transcurrida. Lo cual ya era la hora de cenar y tambien debía ducharme.

Entré rápidamente y lo primero que escuché fue a ella quejarse de mi tardanza, como era obvio.

- Cariño, no puede ser que yo te escriba y después te tardes tanto en venir- dijo mi madre, sabiendo que tenía toda la razón del mundo y por lógica, simplemente por los gestos que hacía con las manos.