Los celestes, los mas poderosos de todos los seres que existieron, crearon la tierra y otro sin fin mas de mundos.
Pero la tierra en particular era el mas pacifico, eso hasta que los celestes bajaron.
Todas las criaturas que habían creado vivían pa...
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Habían pasado diez años desde que Shirai le había contado la historia de la estrella de ocho picos, el porqué queria al mundo separado, y el juraba que era mejor tenerlo separado porque eso era lo que Shirai le hacía creer. Quería ser el núcleo que contaba, encontrar el collar perdido y a pesar de ser un idílico defectuoso decidir que era lo mejor encontrando las ocho reliquias, pero todo eso se fue al carajo cuando esos siete aparecieron o más bien fueron traídos por Shirai frente a él.
Un día simplemente mientras se encontraba en la inmensa biblioteca que había en el lugar que habitaba, llegó Shirai con siete personas todas desmayadas que Shirai hizo que permanecieran de pie.
-Nobuo, desactiva esas cosas que llevan, y despiertalos por favor,quédate aquí hasta que yo vuelva y que no salgan, ellos serán mis enviados en una misión- fue la única orden que dio mientras ella salía por la puerta para regresar en minuto, él los observó detenidamente, todos eran obviamente de diferentes picos no se parecían en nada.
Bueno si habia algo en lo que se parecian, todos tenian una accesorio de color dorado, que se señia a su cuerpo, una gargantilla, un par de brazaletes o un par de tobilleras en color dorado. Por la mente de Nobuo solo pasaba "SON UNOS MALDITOS DESTERRADOS" lo cual no le hacía ni tantita gracia; un desterrado era lo más bajo que alguien podía caer, tenía que ir contra una gran ley para convertirse en uno.
Pero a pesar de que él no quería y le molestaba mucho decidió hacer lo que le ordenaron, transformando los brazaletes de dorado a bronce y despertándolos al pellizcarlos un poco, porque se lo habían ordenado. Se arrepintió casi al instante cuando se oyeron muchísimos gritos.
-Guarden silencio, desterrados- el primer error que cometió fue decirles eso y lo supo cuando le miraron en silencio después de su alboroto.Pero lo miraban como si él hubiera destruido la cosa más preciada que tenían.
-¿Y tu quien te crees niñato, como para callarme?- Un chico pelirrojo lo miró con enojo, molestia, y todo lo que abarcara la furia, tensando la mandíbula obviamente tenía ganas de golpearlo.
Nobuo paso una mano por su cabello negro para quitarse un mechon blanco de la cara, y se paro mas recto con las manos ahora tras la espalda, mirandolos con verdadera curiosidad, aparentando desinteres porque a los ojos de Nobuo ellos eran menos que nada.
-Alguien que no cometió una estupidez que me costó mi lugar con mi pico- Respondió de manera hostil aunque jugaba un poco con sus dedos en su espalda.
-Tu no sabes nada niño, y si estas aqui es porque tampoco tienes un pico- Una chica habló en el mismo tono hostil, pero ella estaba más segura de lo que hacía, más cuando detuvo al pelirrojo al que nombró enseguida para evitar que hiciera un lío-Dejalo Dion, hay que buscar una manera de salir de aquí
Ellos dos parecían conocerse y al parecer eran los únicos que querían defenderse de alguna manera por los comentarios que Nobuo hacía,o buscaban algo para salir, pues ellos no querían estar ahí para nada, dentro de sí querían irse ya mismo ellos ni siquiera deberían estar ahí, no tenían nada que ver.
