Adiós [ TodoDeku ] -Shoto

6.

Me sentía demasiado nervioso, un día y todo acaba, hasta aquí llegó todo. Momo no se separaba de mi lado, trataba de mantener la distancia pero no podía, no quería y a mi no me molestaba.

Actuaba normal, como siempre, pero estaba sudando y me costaba concentrarme a mi al rededor, solo puedo estar pensando, estoy ansioso.

Apreté los labios frustrado y seguí caminando por los pasillos, iba bien pero Midoriya apareció de repente.

—No, por favor no, no puedes irte... Por favor. —Susurraba cosas que no lograba comprender, pero si logré comprender eso. ¿Lo sabe? ¿Quién le dijo? ¿Momo? ¿Mi familia?

Solo le correspondí el abrazo, quería abrazarlo, me preguntaba si podría hacerlo estos últimos días y ahora lo hago. No quería que fuera así pero no puedo hacer nada...

—¿Qué pasa? Estoy aquí.

—Sí... Solo... Me siento mal, no te vayas.

—Está bien, me quedaré.

Nos sentamos los dos, te soltaste y suspiraste, me estabas pidiéndo perdón por lo de recién. Estoy preocupado, ¿Qué pasa? ¿Pregunto o es algo privado de él? ¿Sabe o no?

—¿Qué pasa...?

—Nada, lo lamento, no te preocupes.

¿Nada? ¿Esto era nada? ¿Lloraba por nada? No comprendo que sucede, solo lo volví a abrazar y callé, no quedaba de otra, si no pasaba nada supongo que está bien, es un buen momento para pasar mis últimos momentos con él, ya no queda nada.

—¿Cómo estás tú?

—... No lo sé, bien, un poco cansado.

Me sonreíste, era una bonita escena. Tenías una gran sonrisa y me regalaste una risita, tus ojitos estaban aguados y tus mejillas rojas por todo, asentiste y te quedaste pensando mientras me mirabas, ¿En qué piensas?

—¿Mañana nos juntamos?

—... Mañana no puedo.

—¿Y cuando puedes?

—No lo sé...

—No importa, esperaré a que tengas tiempo. Yo-

—¡Todoroki! —Momo apareció, tenía el teléfono en una llamada, logré ver el número de Fuyumi, supongo que ya era hora de ir al hospital, igual ya era tarde.

—Adiós. —Solo me quedé por unos segundos viéndote, me iré tranquilo, estaré con mi familia y logré pasar unos buenos minutos contigo, además de que sabrás todo después, está todo bien, ya puedo irme.

Te sonreí y con ayuda de Momo me levanté, lamento irme, prometí quedarme contigo, pero tengo que ir a verme, tengo que ir con mi familia. Estaba mareado y dolía mi cabeza, agacharme tan rápido y luego pararme me hizo mal.

—¿Cómo estás?

—¿Le contaste?

—No, ¿Por qué?

—Por nada, no te preocupes, me alegra haberte conocido, eres una buena amiga, espero que tengas una vida larga y llena de felicidad.

—¡No te despidas así como así! Por favor, estarás bien, ¿No estás felíz por la notícia? El dijo que había una posibili-

—Estaré bien, tranquila, es por si acaso.

Será un camino largo, me gusta que sea así, el tiempo pareciera que se detuvo, viendo el paisaje de las calles de noche junto a Yaoyorozu, teniendo una larga charla, una larga despedida. ¿Estaré bien?