rencor.

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Tzuyu siente a su corazón latir acelerado cuando unos labios se posan sobre sus mejillas

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Tzuyu siente a su corazón latir acelerado cuando unos labios se posan sobre sus mejillas.

— Despierta mi amor.

Una suave voz le llega a los oídos.

— ¿No será que ya estás despierta y solo quieres más besos, mmm?

Al ser descubierta solo sonríe y toma a su pareja de las caderas, colocándola sobre su regazo.

Cuando sus ojos finalmente se abren solo puede admirar la preciosa vista.

Im Nayeon con solo un camisón transparente, las mejillas rosas y una sonrisa que deja ver sus dientes delanteros. Esos que tanto ama.

— Buenos días, amor.

La voz de Nayeon es hermosa. Suave, delicada y armoniosa. Tzuyu se encuentra adorando cada segundo en los que su pareja habla o canta, porque no hay nada más perfecto que poder escucharle cantar para que ella pueda conciliar el sueño al caer la noche.

— Que buena forma de despertar.

Dice con voz ronca y somnolienta.

Nayeon solo puede pensar en que ya ha mojado sus bragas.

¿Quién la puede culpar cuando una Tzuyu con el cabello desordenado, media sonrisa y voz ronca es lo que tiene al frente suyo?

Así que, sin importarle al aliento mañanero une sus labios en una deliciosa danza lenta.

Tzuyu deja salir el primer gemido al sentir a Nayeon moverse en círculos sobre su regazo. La coreana da una sonrisa coqueta y se mueve con más velocidad, solo para que su alfa pierda la calma y la tomé en ese mismo instante.

La extranjera lleva sus manos a sus hombros y baja su camisón, dejando salir sus pechos con pezones erectos. Sus labios comienzan a dejar besos mojados por toda la piel, yendo lento y acercándose peligrosamente a las zonas erógenas de la omega para después separarse y escuchar el suspiro ahogado que Nayeon deja salir.

Tzuyu se baja el pantalón de pijama, su miembro duro chocando contra el muslo de la coreana.

— Porfavor.

Ruega la omega.

La alfa sonríe e intercambia las posiciones, Nayeon recostada debajo de ella y Tzuyu metida entre sus piernas.

— ¿Porfavor qué, omega?

Im jadea al sentir la mano de su pareja apretar con fuerza su muslo, marcando sus manos sobre la blanca piel.

Nayeon adora tener el cuerpo lleno mordiscos, chupetones y marcas hechas por su alfa. Cómo si sus dientes en su cuello no fueran suficiente para que las demás personas supieran que ella es la omega de Chou Tzuyu.

La coreana gime cuando el miembro de su alfa choca contra su húmedo centro.

— Estás empapada, omega. Esto es solo para mí.

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