¿Enemigo?

Por Lo Que Quiero

¿Por qué él la observaba de esa forma?

Se incomodó mientras seguía sentada en la mesa, el incidente de aquella vez no paso lejos de su memoria.

Él quería golpearla.

―Kaguya-nee ¿Vas a estudiar o quieres salir conmigo hoy? ―cierto. Kaguya giró su cuello y observó a su izquierda.

Ella estaba en una mesa, a su derecha al lado contrario estaba Boruto mirándola de frente, mientras que a su lado en la izquierda se encontraba la hija de su cuidador.

Himawari.

En un principio pensó que ella iba a ser como el rubio tonto que las acompañaba.

Celoso de poder compartir con su padre, o molesta por no poder tener el privilegio de verlo todo el tiempo, pero aquello para Kaguya no tenía sentido.

Naruto siempre estuvo alegre cuando lo visitaban. Quizá no pudiera ser el más hablador por su trabajo, pero siempre escuchaba, siempre respondía lo mejor que podía.

¿No podían ver su sobre esfuerzo?

Kaguya balanceó sus pies un poco mientras que lo pensaba. Quizá tuviera la ventaja de ser alguien con mentalidad adulta y con bastante intelecto, por lo cual lo académico no era un problema, pero seguía estando aquel tirón de siempre cuando Himawari le pedía para acompañarla.

―Me encantaría ―el tono infantil no se hizo esperar de su voz, junto con una sonrisa, la cual solo creció al ver el rostro de Himawari, los ojos de la niña brillantes en espera.

Más una leve risa vino del fondo mientras que Kaguya se tensó.

Hinata.

Tragó en seco la pequeña albina mientras que por el rabillo del ojo vio a la mujer sonreírle con ternura.

Menuda mentira.

―Me encantaría Hima-chan, pero…hoy no podré ― para Kaguya todo sería más fácil.

Si tan solo Naruto estuviera presente.

La mujer mayor la culpó del tiempo que el rubio paso con sus hijos ¿Por qué nunca ellos eran los que iban a verlo? El único momento de paz que se podía conseguir era en la oficina del rubio, lo máximo que se podría escuchar es el golpe de los papeles o la presión de una pluma por las hojas.

La cara de Himawari decayó. Kaguya no lo admitiría, bueno, ella siempre lo admite para cumplir su papel como pequeña niña que no entiende el mundo, pero verdaderamente, a pesar de las actividades mediocres, de la forma de recreación cuestionable que tenía Himawari, ella la quería…como…

Una hermana.

Era un título que no pudo dar nunca a nadie. Kaguya apretó uno de sus pequeños puños bajo la mesa. Ella no quería tirar nada por la borda por cosas como estas.

Dando un vistazo por última vez a Hinata, vio como asentía y se retiraba.

Odio pre colocado.

Era por el hecho de que ella participo en la guerra, incluso si no la vio de una manera directa, sabia de su viejo yo, de su ser.

¿Nadie veía que no era nada de eso ahora?

Quizá el señor Shikamaru.

Él siempre se reía de ella o le compraba un dulce. El hombre sombra además de ser el mejor amigo de…papá...

Kaguya dio una pequeña sonrisa ante el pensamiento, le gustó como sonaba aquello, Shikamaru era alguien que nunca la observó como nada más que una niña.