Después de la muerte de Genya, Sanemi se sentía tan sólo y miserable que incluso llegó a odiar su existencia y desear cumplir los veinticinco años para morir por causas de la marca.
Después empezó a hablar seguido con Giyuu y tuvo la oportunidad de comprender porque se sentía tan diferente a los pilares, y comprendió que no se creía superior, sino que su autoestima era tan baja que no podía aceptar todos sus logros.
Debido a eso ambos empezaron a hablar más y más hasta que el punto donde se volvieron inseparables y aceptaron que sentían más que amistad el uno por el otro.
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