I m Sorry...

Cero días para la fiesta

Ellas están contigo, irremediablemente tenía que llegar este día y ellas estarían aquí.

No supliques, Usagi.

- Wow, esta niña si que es un bebé llorón, no? -Habló la gallina.

- Es bastante gracioso. -Respondió el zorro.

Usagi llora pidiendo clemencia, arrodillada como puede ante aquellos monstruos que la molestan incluso en su cumpleaños.

- ¿Por qué no la ayudamos a ver de cerca el show? ella lo amará! -Exclamó el zorro en un tono agudo.

- NO POR FAVOR, NO QUIERO -Gritó Usagi ante la declaración. 

- Vamos chicas, ayudemos a esta pequeña niña a levantarse. Quiere ver bien de cerca personalmente!

- No! no me lleven, no quiero ir! -Suplicaba Usagi forcejeando para liberarse del agarre de esos monstruos. El oso y el Zorro la llevaron por todo el local en dirección al escenario principal donde se encontraban los felpudos animatronicos mientras las lagrimas mojaban más su desesperado rostro.

- Ya escucharon a la cumpleañera! Quiere ver más de cerca! jajajaja! -Ordenó el zorro. - Oigan chicas, creo que la pequeña cumpleañera quiere darle a fredbear un GRAN beso en su peluca cara! Ayudémosla! Uno, dos, TRES!!

Fuera de la mente de Usagi las chicas se miraban entre ellas cuestionando esa idea, pero no había nada que perder si acababa pronto y lo antes posible.

Con la ayuda de Makoto y soportando sus forcejeos lograron introducir la pequeña cabeza de Usagi dentro de la GRAN boca del animatronicos. Retrocediendo para verla luchar por zafarse entre llantos y patadas.

- Minako, sácala de ahí eso no estaba en el plan. 

- Alguna vez has escuchado de al improvisación? 

Esas palabras fueron suficientes para derramar la gota en Makoto quien se acercó, con su mascara puesta, para ayudarla a salir de la boca de Fredbear.

...

Pero el forcejeo no ayudó. En nada.

La boca del animatronicos se cerró abruptamente aplastando la cabeza de Usagi en el momento, mientras makoto estaba frente a ella, mientras las demás miraban como su pequeño cuerpo dejaba de forcejear y los gemidos y llantos cesaban.

La mascara del oso estaba manchada de sangre, una mano sangrienta cayó sobre esta dejando una marca para luego escuchar gritos y pedidos de auxilio. 

De la boca de Fredbear goteaba mucha sangre.