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"Muchas veces tengo miedos nocturnos, piensa en la peor situación que se te ocurra y para mi es algo común. Ya morí de 23 maneras diferentes mientras dormía."


Los ojos Marrones se abrieron paso a través de la oscuridad opacada en una esquina de los ojos color avellana.

Echando un vistazo por encima del hombro, comprobando que de hecho están solos, se deslizó con cuidado hasta quedar al borde de su cama, sus rodillas tocando la fibrosa madera.

Estaba temblando.

Y siguiendo las indicaciones, deslizó su mano por su mejilla y este se removió un poco aún sin despertarse del todo.

Un mueca brotó de sus labios.

Esto es inútil.

Dejo que su mano descendiera se su mejilla hasta su pecho, cayendo directamente en sobre él. Entonces sintió como tomo su mano con fuerza, Apretándolo libremente contra su pecho.

Él suspiro de alivio.

"Jules"

Al oír la voz del hombrecillo, rápidamente se removió con su respiración irregular. Se levanta sobresaltado, aún con la mano de su compañero entre las suyas, aferrándose a él.

Sus ojos vagan por la habitación oscura, que si no fuera por la iluminación intermitente de la cuidad no podría identificar quién está a su lado.

Se sorprende cuando logra reconocer ese rostro, su ceño fruncido, calmado lo mirá con total atención.

"Julian respira"

Frunce El ceño, acaso eso no estaba haciendo.

"Amigo... ¿Éstas bien?"

Y cuando quiere hablar se da cuenta que... No puede, oh Dios no puede respirar, comienza la desesperación.

"¿Ju-juliet?"

Logra susurrar sintiendo como su garganta se desgarra por la falta de aire.

Fabrizio niega con la cabeza, sus rizos moviéndose en la oscuridad. Una de sus manos se quedan en su espalda cerca de su hombro.

"En la otra habitación"

Julian Casablancas entra en pánico todas las noches después de conciliar el sueño, le pasa de repente luego de sus miedos nocturnos. No siempre sufre un ataque de pánico, pero siempre siente ese miedo desgarrador en él cuando sucede. No importa si alguien está con él, siempre está ahí. Un demonio en su hombro, diciéndole que todo es real, que es un desperdicio de carne y hueso.

Alguien a veces se toma su tiempo de estar ahí con él antes de despertar, que le concede ya su calma, o simplemente él se siente en Calma con esa persona.

Pero Juliet no está ahora y tiene que conformarse con aquel hombre rizado en frente de él, que lo miraba solo con preocupación y absoluto desesperó, este no era su trabajo, no era trabajo de nadie, él podía solo.

Alguien Sabe que él no puede solo, si no porque él está aquí.

"Jules"

Fabrizio está de pie enfrente de él, un cambio en su cerebro o en su corazón, y de repente se desconecta de todo. Su respiración se obstruye en su pecho y su audición se desvanece, Él sonido de los carros afuera se convierte a un ritmo sordo en su cabeza.

Tiene que escapar, tiene que ir a algún lugar, hacer un ovillo y llorar; tiene que alejarse para no humillarse.

El hombrecillo traga saliva y lentamente comienza a entrar en desespero al verlo, cada respiración que da se vuelve más y más inestable, cada parpadeo de sus ojos hace que su visión sea cada vez más borrosa; pero joder si se va a romper y llorar delante de Fabrizio que no sea como mujer desesperada.

Miedos Nocturnos | ✓ Fabrizio Moretti x Julian CasablancasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora