໒꒰ único. ꒱১

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El silencio y la calidez eran en su mayoría palpables dentro de la casa Kim. Todas las luces yacían apagadas y la joven pareja se mantenía acurrucada sobre la cama matrimonial de su habitación, convirtiéndose así las sábanas en su propia burbuja de amor. Las cortinas del ventanal que daba al jardín estaban abiertas, dándoles una espléndida vista. Algunas luciérnagas destellaban de tanto en tanto, dándole vida al lugar y las cristalinas gotas del rocío nocturno hacían eco a los puntitos de luz de aquellos insectos y a los claros de luna. 

─¿Nammie? ─llamó Seokjin con suavidad, restregando su mejilla en el pecho del alfa─. ¿Sigues despierto? ─preguntó luego de unos segundos de silencio.

─No ─respondió con voz ronca, producto del sueño, y una sonrisa de lado.

─¡Oye! ─se quejó el omega con ternura, lo que hizo a Namjoon soltar una pequeña risita. 

─¿Qué sucede? ─lo abrazó con más fuerza y le dio un beso en la frente. 

─Te amamos.

─Yo también los amo ─Namjoon sintió su corazón inflamarse de amor y sobó con cariño el abultado vientre del bello pelinegro. 

─¿Me das un besito? 

─Todos los que quieras ─apenas terminó la frase, Seokjin ya se encontraba sobre su pecho, uniendo sus labios. Los abrieron y cerraron con movimientos lentos, mientras Namjoon le acariciaba la cintura  y Seokjin tomaba con fuerza sus hombros. Se reincorporaron poco a poco, hasta quedar el moreno  sentado y el pelinegro a horcajadas sobre él. 

El omega abrió su boca, dándole pase a la lengua del contrario. Juguetearon con estas y las chuparon entre sí, recorriéndose con sus manos el uno al otro. Seokjin mordió el labio inferior del alfa, haciéndolo sonreír y se separaron un poco. Sus narices rozaron y cerraron los ojos, escuchando la respiración del otro. 

Namjoon fue deslizando sus dedos en la espalda de Seokjin, subiendo poco a poco su camisa de dormir, así hasta quitarla por completo. Bajó la vista al delicado torso, lo acarició apenas con las yemas de sus dedos y sonrió al ver cómo su acción creaba un escalofrío en el aludido.  Se acercó con lentitud y dio un pequeño beso en su clavícula, robándole un suspiro. El omega llevó sus manos al suave cabello rubio de su esposo, captando su mirada. Ambos se sonrieron con cariño, sintiendo como sus lobos jugueteaban. 

El de piel cobriza dejó pequeñas mordidas en todo el pecho de su amado, subiendo por su cuello y deteniéndose en el mentón, donde encajó casi de manera imperceptible sus dientes. Se alejó un poco mostrando los pocitos de sus mejillas y volvió a besar a su omega, pero esta vez, tumbándolo en la cama. Un toque intruso desabotonó su pijama y, aún con sus labios pegados al pelinegro, la deslizó lejos de su cuerpo.

─Ummh ─Seokjin rió un poquito al sentir como su alfa lamia la marca que los enlazaba. 
   
─Eres tan hermoso ─apegó su cuerpo con fuerza al contrario, pero aún tuvo cuidado con el relieve de su pancita.  

─Y tú tan perfecto ─tomó cariñosamente las mejillas de Namjoon y lo atrajo hacia arriba. Cuando sus rostros estuvieron frente a frente, rozaron sus narices de un lado al otro, en un beso esquimal, y luego también las pasaron por las mejillas ajenas y dieron otra vuelta sobre la cama. Ahora fue Seokjin quien se acomodó en el pecho de su alfa.

En algún momento ya no hubo ni una sola prenda de ropa en ellos, permitiéndoles disfrutar la agradable sensación de piel contra piel. Alabaron sus cuerpos con pequeños toques, sus corazones derrochantes de miel se inflaron de amor y sus extremidades se enredaron a la perfección como las líneas imaginarias que dan sentido a las constelaciones. Las feromonas olor latte macchiato del alfa y las de margaritas con caramelo del omega se unieron e hicieron que todo se sintiera incluso más etéreo y surrealista, como siempre que se hundían en ese cúmulo de sentimientos.

─¿Te gusta que haga esto? ─susurró el pelinegro aun besando con total sutileza el cuello de Namjoon, quien asistió con los ojos cerrados, disfrutando de los dulces belfos húmedos de su pareja pasearse por esa parte tan sensible para él─... tengo al mejor esposo ─la calma de su tono era como un oasis para el alfa.

─¿Te casaste contigo mismo acaso? ─preguntó, arrancándole una risita a Seokjin.

─Nammie~ ─dijo de nuevo con ese reproche divertido, haciendo al mencionado reír también─. Te amo.

─Yo también los amo.

─Nosotros más ─y antes de que el alfa le reclamara que él incluso más, lo besó y se fundieron nuevamente entre sus labios, así hasta quedarse dormidos.    

%! Abyss.

la vie en rose ୨୧ 𝗻𝗮𝗺𝗷𝗶𝗻 ! 𝗢𝗦.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora