Navidades Pasadas

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Cass volvió a dormir, olvidando el acontecimiento anterior por un momento, cuando de pronto sintió una caricia en su mejilla

—Mmm ¿Var? ¿Dónde andabas? ¿Por qué llegaste tan tarde? ¿Sabes? tuve un sueño muy extraño —habló somnolienta aún con los ojos cerrados

—¿Oh en serio? ¡Me encantaría escucharlo todo! —contestó una voz femenina

—¿Quien eres tú? —preguntó Cass asustada

—El espíritu de las navidades pasadas, por supuesto, ¿Acaso no te dijo tu madre que vendría? —preguntó dulcemente

La de ojos oliva observó a la chica que se encontraba frente a ella, cabello pelirrojo ondulado casi completamente suelto a excepción de una media trenza, ojos azul verdoso, tez clara, pequeñas pecas, un vestido amarillo dorado como de diamantina, detalles de copos de nieve, con adornos parecidos al algodón y las nubes, la chica la miraba con una amplia sonrisa expectante.

—Mi madre... ¿Esta es otra pesadilla? —preguntó desconcertada

—No tontita, he venido a ayudarte, haber... ahora iremos a tus navidades del pasado ¡Qué emoción! —dijo entusiasmada el espíritu Navideño del pasado

—¿Mis navidades pasadas? No creo que sea buena idea —desvió la mirada

—¡Ven y no tardes! ¡Al pasado voy a llevarte! —ignoró por completo el comentario que hizo la cantante, la tomó del brazo y la jaló hasta un portal, el cuál las llevó a una casa con colores serios y formales, y en el comedor de esta, una adolescente de tez clara, cabello ondulado negro con mechones grisáceos, ojos color oliva, comiendo de su plato sin mucho afán.

—Oh, debo haberme equivocado, déjame intentarlo de nuevo —dijo preocupada el espíritu

—No, está bien —Cassandra miró a su ella del pasado con melancolía

—¿Está bien? Pero no hay árbol, ni adornos, ni botas colgadas, ni caramelos, ni regalos...

—Lo sé...

—Oh... Pobrecita —el espíritu la miró con compasión

—¿No nos oye? —preguntó Cassandra al ver a su yo del pasado, intentando cambiar de tema

—Nop, nadie puede vernos, ni oirnos cuando viajamos a otras épocas —aclaró el espíritu

Entonces Gothel entra al comedor y la Cassandra adolescente se apura a comer hasta dejar vacío el plato.

—¿Cassandra, ya terminaste? —habló Gothel

—Ya estoy lista, madre ¿Puedo ir a casa de los Jordan?

—¡Por supuesto que no! Después de comer debes ensayar —dijo inflexible

—Pero pensé que hoy tal vez podríamos hacer una excepción porque es Navidad, todos dijeron que les daría mucho gusto verme, y a tí también, incluso estará mi padre y Varian dijo que le alegraría la Navidad —la miró con los ojos llenos de esperanza

—¿Alegrarle la Navidad? ¿Y qué hay de TU Navidad? ¿Qué hay de TU futuro? ¿Quieres ser una estrella o no?

—Claro que quiero, pero...

—¿Más que nada en el mundo?

—S-sí, pero...

—Entonces no importa lo que quiera Varian y los Jordan o el mediocre de tu padre, ¿Qué es lo que siempre te digo?

—En un mundo egoísta... El egoísta... Triunfa —suspiró la pequeña

—Muy bien, y si quieres triunfar debes usar cada minuto de tu tiempo egoístamente

Un Cuento de NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora