𝐓𝐫𝐞𝐚𝐬𝐮𝐫𝐞 𝐒𝐭𝐨𝐫𝐢𝐞𝐬

𝐎𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄 • 𝐉𝐚𝐞𝐒𝐚𝐡𝐢

❝ 𝐃𝐢𝐚 𝐥𝐥𝐮𝐯𝐢𝐨𝐬𝐨 ❞

Estaba por anochecer, el día se había conservado lluvioso con un ambiente frío, para Jaehyuk el clima perfecto para no hacer absolutamente nada.

– ¡Asahi, amor! ¿Me pasas las frituras? Están en la alacena. – Gritó un lindo Jaehyuk envuelto entre las sábanas como un "taquito" y con la mirada fija a la pantalla de la tableta, pues se encontraba disfrutando uno de los capítulos de su serie favorita.

– Luces muy adorable ¿Sabes? – Habló Asahi teniendo una sonrisa marcada en los labios entregándole la bolsa de frituras al mayor.

– Lo sé, son mis técnicas de seducción. Así el apuesto chico que está enfrente mío se enamorará de mi.

– Yo ya estoy enamorado de ti. – Respondió el rubio mientras se recostaba a un lado de su dulce novio.

Todo se encontraba en una profunda tranquilidad, el único ruido que se alcanzaba a oír era el relajante sonido de la lluvia chocando contra el suelo. Por desgracia esto no duró por mucho ya que la serenidad fue interrumpida por el fuerte estruendo de un relámpago. La habitación se iluminó por unos segundos, seguido de una completa oscuridad. La electricidad si había cortado.

Los dos chicos se sorprendieron ante la repentina situación. Era la primera vez que les sucedia algo así desde que se mudaron a este departamento.

Asahi conservaba la calma, todo con normalidad hasta que se percató de la pesada respiración de su mayor. Fue ahí cuando recordó aquel importante dato sobre su pareja.

– Jaehyukie ¿Acaso tienes miedo?

Con delicadeza Asahi tomó la mano de Jaehyuk para regalarle unas cuantas caricias, con algo de suerte lograría tranquilizarlo.

– No, no, no... para nada. Yo soy muy valiente.

Algo que su voz y cuerpo tembloroso contradecían.

– Y... ¿Por que tiemblas, cariño?

– Frío... hay mucho frío, demasiado frío...

El Japonés conocía bien a su chico. Desde que empezaron a salir supo de su fuerte terror a la oscuridad y a los sonidos fuertes, tal como los de un trueno. Esto nunca fue aceptado por Jaehyuk, tal vez por vergüenza. No era común ver a un chico de casi 20 años con estas fobias.

Por esta misma razón los días lluviosos son para estar en casa y distraerse con lo que más les gusta.

Acciones tal como los abrazos eran muy comunes entre ambos, sobre todo para estar calmados y sentirse protegidos en los brazos del otro. Esto lo que Jaehyuk estaba haciendo en ese preciso instante. Aunque por los nervios, la fuerza del castaño no estaba siendo controlada.

– Jae... Me quedo sin aire.

– ¡Lo siento! No era mi intención hacerte daño. – Con un leve puchero en el rostro trató de separarse del cuerpo del menor, cosa que no logró ya que fue regresado a la posición en la que estaba hace unos cortos segundos.

– No quiero que me dejes de abrazar... solo no lo hagas tan fuerte ¿si? amo tenerte cerca y lo sabes. – Asahi husmeó por los bolsillos de su pijama en donde se encontraba su teléfono. Encendió la lámpara logrando iluminar tenuemente la habitación.

– Estoy seguro que pronto regresará la electricidad. Tranquilo que nada malo pasará.

A los ojos de Jaehyuk, Asahi era el chico más valiente, amable y protector que había. Cada día quedaba más enamorado de aquel japonés de lindos ayuelos.