Artemisa- ¿Demeter vendrá mañana? Kore, ¿No crees que es muy pronto para que venga?
Perséfone- lo sé pero tú conoces a mi madre.
Artemisa- bueno ¿y que ropa vas a ponerte?
Perséfone- no lo sé.
Artemisa- mejor llamo a Eros, él es el que sabe de ropa y todo eso. -dice mientras busca un número.
Perséfone- no, a Eros no.
Artemisa- ¿Por qué no?
Perséfone- no puedo vestirme cómo el me dice, a mi madre no le gusta ese tipo de atuendos.
Artemisa- Kore ¿A tí te gusta vestirte así?
Perséfone- ¡¡por supuesto!!... Pero no lo debo hacer con mi madre. -digo perdiendo el entusiasmo.
Artemisa- Si a tí te gusta hazlo, es tu cuerpo.
Perséfone- conociendo a mi madre mejor no. -digo un poco desilusionada
Artemisa- pero Kore...
Perséfone- mejor me pongo este vestido
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Artemisa- está bien, no voy a insistir más.
Perséfone- gracias por entender -digo con una sonrisa sincera.
Artemisa- no es nada. -dice correspondiendo la sonrisa para luego salir de mi habitación.
Me quedo mirando unos segundos el vestido y me dirijo al baño, me doy una ducha para relajarme un poco y cuando salgo me visto rápidamente.
*Tocan la puerta*
Me coloco unas sandalias y con unos últimos retoques me siento lista para al fin abrir la puerta, inhalo y la abro encontrándome con madre.
Demeter- hola cariño.
Perséfone- hola mamá.
Demeter- como estás?
Perséfone- bien.
Demeter- que hermoso vestido, ¿Es nuevo?
Perséfone- en realidad lo tengo desde hace un año.
Demeter- umm ya, vamos a caminar un rato.
Perséfone- claro.
Le aviso a Artemisa que ya me voy y emprendo camino con mi madre. Ella no luce muy maravillada del Olimpo, casi le dá lo mismo los paisajes y los lugares, me cuenta cómo le ha ido y me dice cuánto me extraña, ella compra jugos naturales y los tomamos mientras caminamos y charlamos. Llegamos a la casa de Artemisa, ya era tarde y decidió irse no sin antes decirme algo.
Demeter- bueno cielo, ya son las 6:00 y me toca regresar a mi trabajo.
Perséfone- entiendo, gracias por todo -digo con una sonrisa y le doy un abrazo.
