Jugos

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Perséfone

Se me hacía raro no ver a Mente... obviamente tenía que ser la secretaria.
"Sera mejor que me valla" pienso al escuchar la escena de celos de ella, aunque ni siquiera sé porqué tiene celos, ni que yo fuera alguien de suma importancia.

Bueno ya terminé de ordenar los archivos... ¡¿Qué se supone que hago ahora?! Posiblemente me despidan... -Pienso en voz alta y escucho que azotan una puerta, dirijo mi atención al lugar de donde proviene el sonido y veo que sale Mente muy enojada, ella me ve con ¿odio? Es lo que me refleja su mirada pero posiblemente esté rabiosa por lo que sea que hayan discutido.

¿Será que voy a su oficina? pero ¡¿Qué tal si desquita su ira conmigo?! Inhalo y exhalo de manera fuerte y pienso "Cuando un ser está enojado muestra su autocontrol y honestamente quiero saber si él es ese tipo de ser"

Voy caminando de manera suave hacia afuera de su oficina y antes de hacer algo me aseguro que nadie venga entonces decido acercar un poco mi oreja a la puerta para intentar escuchar

Perséfone- Recórcholis no se entiende nada -digo para mí misma e intento concentrarme en lo de adentro y no en el ruido exterior, enfoco aún más mí atención y me voy en blanco ya que al parecer la puerta estaba mal cerrada haciéndome caer hacia adentro.




Hades

Mente- Pero qué Hades. -dice presionándome.

Hades- Habíamos pasado tanto tiempo juntos que me sentía incapaz de dejarte aunque así lo quisiera. Un tipo de atadura invisible me unía a tí por el simple hecho de que pensé que nadie más me querría pero creo que ahora me siento listo para hacerlo.

Mente- ¡¡Con que así son las cosas!! como apareció la señorita perfecta ahora te sientes capaz de deshacerte de mí como si fuera una basura.

Hades- Mente yo no me estoy deshaciendo de tí...

Mente- ¡¡Claro que sí!! ¡¡Mínimo me vas a terminar, me hecharás del trabajo y me quitarás el apartamento!! ¡¿Y todo para qué?! Para dárselo a ella.

Hades- Escucha, que vayamos a terminar no significa quitarte lo que te he dado, el apartamento fué un regalo que te quise dar y el trabajo es diferente ya que me tienes que demostrar que te lo mereces, a menos que no quieras el trabajo. -digo enarcando una ceja.

Mente- Sí, si quiero el trabajo. -dice bajándole una raya a su ira.

Hades- Bien, en ese caso... -me interrumpe.

Mente- Pero quiero que te quede algo muy claro Hades, ella es una de esas diosas de la tierra que solo le importan las estúpidas flores y estar bonitas así que ni te imagines que alguien como ella va a querer estar con alguien como tú. Tarde o temprano vas a caer redondito a mis pies ya que te habrá rechazado. -dice con seguridad.

No sé que decir, siento que se me hace un nudo que me borra las palabras y como último recurso aclaro mi garganta.

Hades- Mente por favor vete.

Mente- ¡¿Qué?!

Hades- ¿No me entendiste? Te estoy pidiendo que por favor te vayas, regresa mañana que hoy no tengo ganas de verte. -digo y empiezo a masajear el puente de mi nariz.

Mente- ¡¡AGHH!! -se queja en voz alta y azota la puerta aunque no lo hizo bien ya que quedó un poco mal cerrada pero no estoy de ánimos para cerrarla bien.

Hades- cálmate, cálmate, cálmate. -me digo a mí mismo ya que siento que me hierve la sangre ante la creciente ira que tengo, siempre que Mente empieza con este tipo de discusiones en donde grita me dan ganas de gritarle pero nunca pienso perder mis estribos en situaciones que no lo ameritan.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2022 ⏰

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El amor de Hades y PerséfoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora