It is

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Bueno, solo pido que no me culpen por esto. Les amo, Gaby y Lu, por apreciar mis chistes tan geniales.

Además, un agradecimiento enorme a mi beta, Candy, por siempre estar ahí y hacer que mis desvaríos tengan sentido.

*

Let's start a revolution
How beautiful
It is

*

—Cada uno deberá tomar una bolsa. Hay diez canicas en cada una. Por favor, verifiquen la cantidad. En este juego competirán con su compañero. Gana el jugador que se queda con las diez canicas de su compañero. Repito. Con sus diez canicas, competirán con su compañero. Tienen treinta minutos. Que comience el juego.

Louis necesitó un momento para procesar la información de aquella escalofriante voz que siempre había sonado demasiado amable cuando dictaba las instrucciones del juego que los llevaría a la muerte. Apretó la bolsa café que contenía las canicas y su cuerpo se giró a su compañero, arrepintiéndose de escogerlo, creyendo ingenuamente que si se mantenían juntos iban a poder llegar al final.

Negó con la cabeza, incapaz de mirar a los ojos de quien consideraba importante dentro de aquel horrible lugar.

"—Formemos equipo, Blue.

—¿Pensabas abandonarme, rizado?"

¿Podrían ser más crueles las personas que controlaban esta estúpida cosa? Volvió a negar con la cabeza y su cuerpo cedió, sentándose en las limitaciones de los escalones. Escuchaba a su alrededor cómo todos los demás habían empezado a reaccionar ante la sorpresa de tener que competir con sus amigos, las personas con las que más habían convivido y ser los responsables de su muerte. ¿Era realmente capaz de hacer eso? Louis no estaba tan seguro. No se veía con la capacidad de dejar que a su compañero le dispararan y asegurar su muerte.

—¿Blue?

La pregunta sonó lejana. Estaba demasiado perdido en sus pensamientos para escuchar la voz ronca del rizado—. Blue, debes dejar de apretar la bolsa con esa fuerza. Vas a lastimarte.

Esas palabras lograron que sacudiera la cabeza, aclarándose lo suficiente como para resoplar de lo absurdas que eran en una situación como la suya. ¿Por qué Green estaba preocupado de que se lastimara cuando iban a morir en menos de treinta minutos?

—Eres ridículo, Green —murmuró levantando su cabeza, y mirando por primera vez, desde las instrucciones del juego, aquellas esmeraldas que tenía por ojos su compañero. Louis aún recordaba que eso fue lo primero que llamó su atención cuando conoció al rizado, sabiendo que, aunque muriera ese día, nunca iba a poder olvidar unos ojos como esos.

"—Si yo soy Green, entonces tú serás Blue.

—¿Eso no es un poco simple?

—¿Acaso este lugar es para cosas complicadas, Blue?"

—¿Por qué yo soy el ridículo? Tú eres el que está lastimándose con esa cosa —replicó el castaño con el ceño fruncido, visiblemente molesto por la acusación de Louis, señalando la bolsa que contenía las canicas. Louis de inmediato aflojó su agarre, no queriendo que Green se preocupara de nuevo—. No eres el único que está sorprendido por esto, ¿sabes?

—Supongo que no. Estamos jodidos, ¿cierto? —preguntó con resignación en su voz, dejando que una sonrisa se formara en su rostro porque no veía cómo es que iban a poder salir del juego sin que uno de ellos muriera.

Sintió cómo su compañero se sentaba a su lado, dejando que todo su peso se recargara contra su cuerpo, dando seguramente una imagen absurda por la diferencia entre sus complexiones. Louis observó a Green, percatándose de pequeños detalles que hasta ese momento habían pasado desapercibidos para él o que nunca fueron lo suficientemente importantes para que les prestara atención. Los labios rojos, un poco resecos por falta de hidratación pero que aun así se mantenían llamativos para cualquiera que los viera. Su cabello ondulado y en el largo perfecto para darle ese aire de feminidad que solo hacía resaltar su fuerte mandíbula y la nariz inclinada.

You're my favourite number | L&HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora