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esta vez no dolió tanto como él pensaba que lo haría, como la primera vez. fue más la decepción que sintió por él mismo y por chan. le volvió a mentir y él a creerle como un estúpido niño, pero, al fin y al cabo, no le guardaba rencor.

lo seguía amando, por supuesto, no podía dejar de hacerlo de un día para el otro, sus sentimientos seguían ahí.

por eso prefería tenerlo como un buen y lindo recuerdo que tenerle odio y bronca; no, félix no era ese tipo de persona.

siguió, con el dolor en su pecho, pero no tan intenso; limpiaba su casa, hacía las compras, estudiaba, escuchaba música, cantaba, bailaba, salía de vez en cuando con seungmin y bueno, vivía su vida.

pero lo que le tenía preocupado y carcomiéndose, era verlo en las pocas clases a la semana que dictaba o se cruzaban casualmente. pero el verlo tan mal, lo ponía muy triste, con ojeras, más pálido de lo que es, desarreglado y el brillo de su sonrisa, había desaparecido.

pero el sigue, no puede, no va a volver atrás.

sana no daba más, odiaba ver a chris así y no saber exactamente porqué.

así que encerró a chris en habitación y habló.

— ¿quiénes son el príncipe j y el príncipe c, chris?

ahí fue el momento en el que chan alzó su mirada y vio a su esposa.

— chris, te lo pido por favor, por los años de amistad, por todas las cosas lindas que vivimos y por la y por la hermosa hija que tenemos. no, no me mires como tu esposa, mírame como tu amiga y cuéntame, no soporto más verte así. — sí, las lágrimas caían de esos ojos color avellana.

chan solo lloró, abrazó a su amiga y lloró tanto que sus ojos estaban rojos; no soportaba más el no hacerlo y tenía miedo, pero la sinceridad de sana lo hizo confiar.

comenzó a contarle desde que llegó a italia ese verano, hasta cuando lo vio por primera vez, lo duro que fue al inicio y la intensidad con la que se amaron en ese corto tiempo.

el volver a verlo después de tanto y que si corazón latiera tan fuerte como si no hubiera pasado nada. y lo destrozado que se sentía por haberle mentido a félix, a ella y a él mismo.

— chris, no me pidas perdón, ambos sabemos que esto fue por más por cosa de nuestros padres y porque ya estábamos acostumbrados el uno al otro...y con respecto a félix, ¿qué te detiene? miyeon...

— nuestra hija, sana.

— ¿mimi? — se empezó a reír fuertemente mientras que chris la miraba confundido — mimi, es tan especial... es más, ya lo ama... — y un pequeño "¿qué?" solo salió de los labios de chris — oh, cierto, hace unos días lo vimos, ella solo con tus descripciones lo reconoció y comenzó a gritarle que era el príncipe del cuento de su papá y que amaba como brillaban tus ojos al hablar de él.

— ¿qué? ¿o sea que sabías de todo esto?

— sí y no, tenía sospechas, perdón por no haber hablado antes, pero te ves tan mal que tenía que hacerlo.

— no hay problema, sana-ah, esperé por tanto tiempo que solo, gracias.

— chris, estoy feliz por ti, quiero que el brillo de tus ojos esté ahí todos los días, el que tenías hace unas semanas, que vuelvas...— debe odiarme...— mira, ahora soy una próxima divorciada, con un mejor amigo gay y una hija enamorada de un cuento, no quiero que retrocedas por ningún motivo. ve por tu hombre y no la cagues esta vez, el niño es precioso.

esas eran las palabras y apoyo que necesitaba, sacó una fuerza e impulso de su interior y-

— ¡PERO PRIMERO VAS A BAÑARTE, BANG CHRISTOPHER CHAN!

sí, eso también.



AYDUA, SANA MI MUJER TT

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—ale<3

call me by your name ; chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora