2-05.

96 10 1
                                    

chan sentía escalofríos recorriendo por todo su cuerpo cada vez que veía a félix.

recorría con su mirada cada centímetro de félix, cada movimiento y pequeña mueca que hacía.

lo veía, lo miraba, lo observaba y su corazón se aceleraba cada día, hora, minuto y segundo más y más, mucho más que antes. el amor y admiración que le tenía se agrandaba y no parecía parar.

solo pequeños cruces de palabras necesarias eran lo que tenían en la universidad, pero cuando ambos se encontraban en el apartamento del menor; porque sí, chan cumplió y no había dejado de ir, era otra historia. las charlas y risas fluían como agua en el río, horas y horas, cafés, tés, chocolatadas, y unas cuantas masitas acompañaban siempre a ellos dos, y el brillo, el brillo que adornaban esos dos pares de ojos, se observaban más radiantes que el mismísimo sol y que cualquier estrella que ilumine el universo, porque el brillo estaba lleno de amor.

— sí, hyung, te digo que los pingüinos tienen rodillas. — y ahí iba uno de sus tantos debates con dos chocolates calientes de por medio, quizá hablaban de algo sin importancia, pero cualquier tema fluía entre ellos.

— mmh, félix, creo que esta vez te equivocas. — chan sabía que no lo hacía, pero de alguna manera amaba ve a félix defender su postura y bueno, verlo enojado también.

— ¡chris! mira, ahora lo busco en google — rápidamente tecleando en su laptop lo encontró — aquí está, mire — y cuando félix volteó a su costado, chan estaba muy- demasiado cerca, tanto que, con solo bajar un poco su mirada, se encontraba con los labios contrarios, tanto que sus respiraciones se mezclaban, tanto que chan no lo resistió más y lo besó.

ambos ansiaban ese beso que los haría reencontrarse una vez más.

félix dejó la laptop a un costado de él y devoró con ansiedad los labios de chris, mientras que este sostenía su cintura con una mano y con la otra acariciaba suavemente la mejilla de félix.

suspiró buscando respiración y de un momento a otro se encontraba sobre su regazo, con las dos piernas a sus lados y sus dedos enredándose en los cabellos de chan; las manos contrarias se posaban peligrosamente sobre su cintura.

manos que félix agarró y aunque se estaba dejando llevar muy rápido sintió, lo sintió.

sintió el anillo en el dedo anular de la mano derecha de chan y todo paró.

— chris...

— sí, félix...dime — chan todavía se encontraba besándolo.

— sigues casado.

y con eso chan también paró. todavía con las manos en el torso del menor, apoyó su cabeza en el hombro de este y suspiró.

— sí... lo siento.

— no es a mí a quien tienes que pedir perdón, vete. — lo dijo realmente cortante pero su corazón y cuerpo no reaccionaban a lo que decía, hasta que cayó en cuenta de todo y una lagrima se escapó. — vete, hyung... — susurro lo último ya estando en el sofá, lejos de chan.

mientras que el ahora rubio solo tenía la cabeza baja, se había olvidado completamente de sacarse el anillo.

— félix...

«no, basta, basta de eso, la puerta está ahí.» intentaba con todas sus fuerzas no romperse y llorar frente a chris, se le estaba haciendo imposible.

— me iré, cuando me dejes verte...

y con una mirada le bastó para que su corazón se rompiera por haber dejado a félix así.

félix había roto su promesa, la promesa que se hizo a sí mismo hace unos años, de no llorar más por él.

en este momento era un mar de lágrimas, uno gigante que solo se hacía más y más grande. se dejó llevar, confió y pensó que el matrimonio de chan había terminado, aunque también fue su culpa por no preguntar, pero con que necesidad iba a preguntar si chan no tenía el anillo. lo engañó de nuevo, una vez más.

solo en lo que ahora era su hogar, se acostó en su cama y en posición fetal, abrazó aquella camisa que tanto amó y lloro, lloró de nuevo, una y otra vez. necesitaba tanto un abrazo de su padre, el sentirse protegido, se sentía un niño herido, se sentía el joven de 17 años de aquella vez, pero esta vez y como esa vez, se permitió sentir, se permitió experimentar de nuevo ese dolor, jamás volvería a reprimir sus sentimientos, aunque lo lastimaran una y otra vez...


¡espero hayan disfrutado! no olviden dejar su estrellita y comentar >﹏< 

—ale<3

call me by your name ; chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora