Te amo Félix [Felixnette]

Capítulo dos.

Sí soy torpe ¡¿Y?!

Capítulo dos.

Marinette Dupain-Cheng

Una sonrisa se dibujó en el rostro de mi mejor amiga al ver a lo lejos a Nathaniel Kurtzberg, el chico que tanto le gusta pero que no se atreve a confesarse aunque no la culpo tengo el mismo problema con cierto rubio que a sido mi crush desde que lo conocí.

—Disimula Chloe —reí levemente dándole un ligero codazo.

—¡Au! —chillo con exageración.

Vi a lo lejos como el chico de cabello rojo se acercaba donde nosotras y también vi como el color subió ligeramente a sus mejillas al notar que el chico que le gustaba venía hacia acá.

—Tranquila chica, inhala, exhala, inhala, exhala —le dije con dramatismo.

—¡Callate! —dijo con nerviosismo.

—Hola Chloe, Marinette —saludo el chico de mi amiga.

—Hola Nath —dijimos al unísono mi amiga rubia y yo.

—Eh... Marinette ¿puedo hablar un momento contigo? —preguntó el pelirrojo en mi dirección.

Me sorprendí por su pregunta, pero extrañada asentí.

—Claro —me levante para seguirle.

Al cabo de unos minutos llegamos a un salón vacío cosa que me dio escalofríos, Nathaniel cerro la puerta detrás de mí, me hizo dar un respingo en mi lugar y se posaba en mi campo de visión.

—Marinette... —dice con un ligero color rosa en sus mejillas. —Eh, te quería preguntar si... ya sabés eh... ¿me puedes ayudar en... algo? —pregunta con nerviosismo.

Le mire confusa —Eh claro ¿de qué trata?

—Quisiera que me ayudaras en... decirme las ideas de la cita ideal para Chloe —murmura avergonzado.

Sonreí felizmente por que el chico que a mi amiga le gusta se diera a por considerar las ideas para una cita ideal y del agrado de Chloe.

—Claro, te diré la que más le fascina a ella ¿sí? —le dije con entusiasmo.

—Sí, dime.

—A ella le gustaría su cita ideal según basada en lo que ella me dijo: «Mi cita ideal consistiría en; estar un día en un lugar de la naturaleza junto al chico que me gusta, mirando en atardecer y junto con los sonidos más hermosos y bellos que la naturaleza produce» —dije con una sonrisa recordando su entusiasmo al decírmelo. —Eso fue lo que ella me dijo la última vez que hablamos sobre su cita ideal.

—¡Gracias Marinette! ¡Eres la mejor! —dijo dándome un ligero abrazo a lo que me sorprendí pero le correspondí el abrazo.

Nos separamos para después salir del bendito salón, nos despedimos mientras él fijo que iría a preparar algo y también me pidió que no le dijese nada sobre la cita a Chloe lo cual tuve que aceptar y le prometí que no le diría nada a ella. Me dirigí a la cafetería y al llegar me acerqué a Chloe a la vez que sentí miradas sobre mí y algún que otro comentario.

«—¿Por qué será que siempre anda con sus camisas manga larga en pleno verano?»

«—Escuche que tiene una enfermedad que afecta sus brazos y que por eso siempre llevá camisas manga larga»