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Ambos se mostraban incómodos, en especial el azabache que fue invitado a aquel santuario. Movía sus piernas de un lado a otro nervioso con un vaso de té en sus manos, líquido que derramó por sus movimientos.

El de orbes castaños rápidamente fue a por un trapo y de repente se encontraba mirándolo a los ojos...¿Qué?

Recapitulemos.

Cuando aquel castaño lo salvó caminaron enfrentando monstruos a espada de hierro y sin escudo, cosa que causó una herida enorme en la pierna de Auron y un flechazo en el brazo izquierdo de Juan.

Aquel chico con gafas le ofreció ir a su casa-santuario, principalmente para sanar sus heridas. Un hueco vacío y una pequeña esperanza de luz por una pregunta encarnó en Auron, ¿Por qué si era tan mago no sanó sus heridas ahí mismo? ¡Por supuesto que lo invitó para declararle su amor!

Así que aceptó y ahí están, sentados y con un Juan preocupado curando heridas.

A la perspectiva del castaño, le ofreció ir ahí porque era de noche y su santuario era el que quedaba más cerca y claro que no quería que el de mechón estuviera a punto de morir otra vez. Incluso sana sus heridas por pura cortesía y su deber de no quedar mal frente a ninguna persona.

— Y, ¿Qué haces? — Pregunta el de cabello negro como si no fuera obvio.

A cambio, su acompañante le devolvió una mirada enojada/curiosa por aquella pregunta, por supuesto que no habían temas de conversación.
Al ser ignorado y después recibir una mirada juzgadora prefirió ver a todos lados, explorando la sala con sus ojos pues pareció ver lo que eran unas Gardenias que llamaron su atención, últimamente el hechicero parecía tener una obsesión con aquella flor blanca y lo sabía porque cuando pasaba a saludarlo siempre estaba pasándolas de la maceta a la tierra.

Quizá estaba siendo su flor favorita, como cuando tuvo una obsesión con la flor campana, consumió un poco de ella y casi muere. Fue un gracioso y desesperante recuerdo, o para él al menos hubo carcajadas pues gozaba de ver sufrir al mago, además en ese tiempo no estaba tan enamorado como para preocuparse como lo hace ahora, de forma tímida y muy discreta.

¿Será que si le regalaba una flor de esas se enamoraría de él? Quizá no debía apresurarse.

— Auron, ¿Siquiera me estás prestando atención? — Aquella voz aguda parece interrumpir sus pensamientos.

— ....¡Que sí, que sí! Que te estoy escuchando hombre — Responde hostil aún que se da una palmada interna por ello.

— Que bueno porque no me has dado ni un consejo de qué puedo hacer —

Silencio. Quién diría que pensar en él lo haría no darse cuenta de que estaba hablando, se sumió mucho en sus pensamientos.

— Yo que voy a saber —

— Bueno, pues entonces le tendré que preguntar a Ari, ella es una experta en el amor. Seguro que me ayuda más a darme consejos para conquistar a 8cho que tú —

...Que desilusión....¡Pues igual seguiré intentando ver cómo conquistar al hechicero este!

8cho, me cago en tus muertos.

[RE HACIENDO] Gardenias  |  JUANPLAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora