Los rayos de sol entraban por la ventana y atravesaban las cortinas rosa palo, hacía un espléndido día y Eleonor, la madre de Soul lo sabía, se había acercado a su habitación andando de puntillas y había abierto la puerta con el mismo cuidado de siempre, para que no se despertase sobresaltada, se había sentado en su cama y había comenzado a darle besos en aquella nariz respingona que Soul había sacado igual que ella. Aquella naricilla era lo único que se veía de su hija, la cual estaba tapada hasta la boca y tenía un brazo tapando sus ojos, a Soul en sus cinco años de vida siempre le había costado mucho levantarse, por ello su madre siempre la levantaba con todo su amor de la misma forma. Soul se había revuelto por la cama y había olisqueado el dulce aroma de las tortitas, pestañeo repetidas veces para despejarse y se froto los ojos con las manos.
-Buenos días mi princesa- susurro Eleonor con toda su dulzura.
Eleonor era una mujer bella, bellísima, tenía los ojos verdes y la sonrisa clara, con unos carnosos labios y unas sonrosadas mejillas, era de estatura media y delgada, tenía la piel muy suave, era como acariciar una nube, ya que todas las noches se molestaba en echarse una crema que olía a vainilla, a ella y a su pequeña. Su padre, Peter, siempre les decía que eran lo más dulce de su vida. Soul había sacado los ojos azules de su padre, tan azules que parecían reflejar el cielo en una mañana veraniega, aunque a ella le brillaban mucho más, su padre siempre tenía los ojos tristes, Soul se había dado cuenta, ya era una niña mayor y se había fijado en que sus padres siempre tenían la mirada triste. Ella pensaba que sería por meterse en su cama cuando tenía miedo, o en no poder dormir sin una luz porque aún le daba miedo la oscuridad.
Eleonor cogió a Soul con cariño, pasando una mano por su espalda para incorporarla y echar su peso sobre su pecho, la niña tenía la cama llena de peluches, a ella le gustaba decir que su cuarto era el reino de los peluches, Peluchelandia, sus padres viajaban mucho y cada vez que se iban le traían uno nuevo, tenía de todos los tipos y colores, o al menos eso creía ella. Eleonor llevo a su hija lentamente escaleras abajo y camino hasta la cocina, sentándola en su silla de siempre, cuando Soul se hubo despejado un poco la miro sonriente.
-¿Tortitas, mami?- pregunto sonriente.
Soul tenía la piel clara, igual que los ojos y el pelo castaño claro, liso, cortado a media melena. Su madre la miro con media sonrisa y le puso un plato con una tortita con nata y una taza de Hello Kitty con leche y cacao, con una nube dentro, como a ella le gustaba. Parecía que ese día todo era bonito y delicioso, quizá pudiese salir al parque a jugar con Mindy luego.
-Tu padre y yo tenemos que decirte algo más tarde- dijo Eleonor, de espaldas a ella, mientras fregaba los platos que habían manchado.
Soul no le dio importancia, porque eso es lo que hacen los niños, no darle importancia a los temas de los mayores, cada bocado que le daba a la tortita le parecía más dulce que el anterior.
-¡Soul!¿Quieres hacer el favor de coger bien el tenedor?- dijo con voz de enfado al ver que la niña empuñaba el tenedor cual espada para comer.
Soul se comió el ultimo pedazo de tortita y salio dando saltitos de la cocina, se vistió con unos vaqueros, una camiseta rosa y unas zapatillas deportivas que no ocupaban más que la palma de una mano, con ayuda de su madre y salió a jugar con Mindy al parque.
-Me gusta mi casa, porque tiene un señor con sombrero en el jardín- dijo Mindy mientras "tomaban el té"
-A mi me gusta la mía, porque tiene el tejado azul y parece que sea parte del cielo- contestó la pequeña.
-Mindy- dijo su madre acercándose- es hora de ir a casa, es tarde y las niñas ya no pueden estar a estas horas fuera- le dio un pequeño toque en la nariz con el dedo índice y le cogió la mano.
-Sí, mami.-Mindy se puso en pie y su madre le sacudió la arena del vestido
-Soul, ¿no han venido a buscarte otra vez?-pregunto la madre ofreciéndole la mano a la pequeña. Soul se la aceptó, agachando la cabeza.
-Seguro que mami está ocupada y se le ha olvidado
-¿Y tu padre?
-Papi estará trabajando aún- contestó encogiéndose de hombros.
La madre de Mindy llevó dando un paseo a la niña a casa, Mindy y su familia vivían en la misma calle y no era la primera vez que le acercaban a casa porque no venían a buscar a Soul. La madre de Mindy siempre le daba un beso en la frente a Soul, como compadeciéndose de ella, Soul no entendía el por qué, pero ese beso le hacia sonreir siempre. Llamó a la puerta de casa, poniéndose de puntillas para llegar al timbre, pero nadie contestó, así que corrió a la puerta trasera y entró por la gatera de Mr. Fluffy, su gato gris, era una bola de pelo.
-Mami, ¿estás en casa?- preguntó la pequeña, agarrándose el doble de la camiseta y apretándolo con las manos, lo hacía siempre que estaba nerviosa.
Caminó lentamente por el salón, la chimenea estaba encendida y daba una lúgubre luz a la sala, con grandes sombras en el suelo, la niña caminó, esperando encontrar a su madre dormida en el sofá, sus pequeños pasos eran el único sonido que rompía el silencio sepulcral de la casa, las tablillas de madera resonaban bajo sus pies cuando pisaba alguna que estaba suelta.
-¿Mami?- preguntó nerviosa- ¿Papi?
Pero no obtuvo respuesta, en ese momento sonó un golpe seco en el suelo y la niña se asomó nerviosa a ver el sofá, pero no había nadie, la piel de la niña se erizo y sentía unas irremediables ganas de llorar, empezó a correr, sin poder evitar que las lágrimas recorriesen sus mejillas.
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Hola, queridos lectores. Me presento, soy Miau y bueno, este es el primer capitulo de "Mi querido Teddy", espero que os haya gustado y bueno, iré subiendo uno o dos capítulos semanales si veo que gusta, me gustaría saber vuestra opinión ya que eso siempre anima a seguir escribiendo. ^^
Espero que disfrutéis tanto de esta historia como yo.
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Mi Querido Teddy
HorrorMi querido Teddy es una misteriosa historia que encierra los misterios de lo sucedido con la pequeña Soul, donde tendrá que enfrentarse a la cruda realidad, aunque no todo lo que viva parezca real, ¿acaso estará perdiendo la cordura?