Capítulo 2: ¿Temes la oscuridad?

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-¿Mami?- repitió tratando de decirlo de forma firme.
Soul era demasiado pequeña, demasiado indefensa y demasiado miedosa como para hacer algo que no fuese salir corriendo, si eso era una broma a la niña no le estaba gustando, notaba cómo le temblaban las manos e incluso las rodillas al andar y los pocos metros que separaban a esta del sofá parecían interminables. Soul era demasiado bajita para ver por encima del sofá si había alguien tumbado al otro lado, ¿y si había alguien pero ese alguien no era ninguno de los padres de la criatura?. Siguió caminando, cuando se encontró en el brazo del sofá pudo ver una figura tapada con una manta, era mucho más grande que ella, puede que fuese su padre ya que aquella forma era demasiado tosca para ser su madre. Temerosa, la niña prosiguió avanzando, con sigilosos pasos hasta encontrarse frente a la figura, completamente cubierta por la manta. La tenue luz que desprendía la chimenea no era la suficiente como para poder distinguir nada más, y el chisporroteo de la madera al quemarse producía unos sonidos que obligaban a la niña a contraer cada milímetro de su cuerpo, tenía los brazos pegados al cuerpo y había enganchado el final de su camiseta con las manos, apretándolo con cada sonido. Finalmente extendió el brazo derecho, de manera temblorosa. Con la chimenea a su espalda, el cuerpo de Soul creaba una gran sombra que ascendía muy por encima del sofá, como si la niña fuese un gigante. Cerró su pequeña mano aferrando la manta que cubría el extraño intruso, notando el calor que desprendía y como se sentía desfallecer del pavor. De un tirón lanzó la manta hacia atrás, cerrando los ojos con fuerza para abrirlos un segundo después y dar un gran salto hacia atrás, asustada al ver que algo, o alguien se avalanzaba sobre ella.
Mr. Fluffy se tiró sobre ella al despertarse sobresaltado por el tirón de la manta que le cubría a él y a las dos almohadas que estaban a su lado.
-gato gordo-dijo la niña rompiendo a llorar, nerviosa y asustada, con el gato en sus brazos.
El gato bufó y se bajo al suelo de un bote, subiendo las escaleras que llevaban al piso de arriba, donde se encontraban las habitaciones.
- Fluffy, sola no- dijo la niña llorando corriendo tras el gato.
Si algo aterrorizaba a la niña era el encontrarse sola y mucho peor, a oscuras. Las escaleras eran algo altas y anchas por lo que tenia que sujetarse a la barandilla lo mejor que podía para evitar tropezar y caer.
Tras subir los cuantiosos peldaños la niña se quedó mirando el pasillo, completamente a oscuras, con las cuatro puertas cerradas, excepto una, la que daba al cuarto de sus padres. De dicha habitación surgía una luz discontinua que aumentaba, disminuía y desaparecía cada pocos segundos, pero cuando parpadeaba Soul, la luz volvía a estar. Mr Fluffy entró en esa habitación y Soul no deseaba seguirle pero, ¿acaso podía hacer algo más?.
Respiró lo más fuerte que puto y comenzó a caminar hacia la luz parpadeante.
-La luna brilla en el cielo-comenzó a cantar la pequeña en un susurro, pars alejar los miedos- No hay malos ya, no hay malos ya...
Los pasitos sonaban y hacían crugir la madera bajo los pies de la niña.
- Lo oscuro, no me da miedo, no hay malos ya, no hay malos ya- Soul apretó los puños con todas sus fuerzas- Y yo te busco en el cielo, no hay malos...-respiró, notando cómo su respiración se agitaba-ya, no hay malos ya... Mamá me cuidará
Llegó a la puerta y observó cómo la luz provenía del televisor, el cual tenía quitado el volumen. La luz dejaba intuir dos figuras que yacían sobre la cama, tan quietos como estatuas. Soul consiguió distinguir los rizos de su madre cayendo como una oscura cascada por el borde de la cama.
-¿Mami?- preguntó la pequeña acercándose.
Soul llegó al borde de la cama, donde se encontraban sus padres y comenzó a mover el cuerpo inerte de su madre, tratando que reaccionase. Al ver que no le hacia caso se subió a la cama como pudo y escaló por el cuerpo de ésta, que estaba tumbado de lado.
La niña se quedó completamente quieta al ver que los ojos de su madre se clavaban en ella en cuanto posaba la mano en su rostro y después se volvían a cerrar. Su padre, el cual estaba tumbado junto a ella también la miró, para después darse la vuelta, al igual que su madre.
La niña no dijo nada, no se extrañó por el comportamiento de sus padres, debía de ser la hora de ir a dormir, ella también estaba cansada, así que se tumbó entre ellos, con demasiado miedo como para ir sola hasta su cuarto, le pesaban los párpados y cada vez le costaba más mantenerlos abiertos.
"Mamá me cuidará" canturreó Soul en su cabeza antes de caer profundamente dormida.
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-¿Ya están todos los cabos atados?-escuchó decir a su madre.-¿has conseguido que funcione?
-Así es, mañana mismo nos iremos. Ahora vete a preparar las cosas.
Soul se despertó a la mañana siguiente con su padre mirándola dormir y su madre saliendo de la habitación, llevaba el traje del trabajo, eso signigicaba que ya no le vería hasta por la noche o quizás hasta el día siguiente. Su padre se dió un par de golpecitos en las rodillas, indicándole a Soul que se sentara y así lo hizo, se escurrió por las sábanas hasta llegar al final de la cama, donde se sentó.
-Ya eres una niña muy grande- le dijo- y te has llevado lo mejor de tu madre y de mi
Soul sonrió, mirando los ojos claros de su padre al hablarle, tenía la voz muy grave y rasgada, pero a Soul le gustaba.
-Nos vamos a ir a otra casa a vivir, empezaremos de nuevo.
-¿Y por qué? -Preguntó de la manera más dulce
-porque mamá y yo queremos empezar de cero, y tendremos trabajo más cerca de casa, pasaremos más tiempo juntos, como siempre has pedido.
-Pero en la otra casa no estará Mindy y su mamá tampoco-dijo haciendo pucheros.
-Pero podrás hacer nuevos amigos.
-Pero no los tendré, no me gusta.
-Además un amigo se va a ir contigo hasta allí y te ayudará a hacerlos- la niña le miró extrañada, cualquier amigo que no fuese Mindy no le interesaba. Eleonor entró en la habitación y se quedó observando desde el marco de la puerta
Su padre había tenido todo el tiempo una mano tras la espalda y finalmente le mostró lo que tenia, era un osito de peluche de color chocolate, era muy suave y tenía una boca sonriente cosida con hilo negro, sus ojos eran dos botones del mismo color que el hilo.
La niña sonrió ampliamente y abrazó el peluche con mucha fuerza.
-Será mi nuevo mejor amigo, lo llamaré-pensó un momento, la luz que entraba por la ventana hizo que los ojos de botones del peluche de iluminaran- Teddy.
Peter miró a Eleanor y esta asintió, desde ese día, nada fue lo mismo.

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Espero que os haya gustado este segundo capítulo de "Mi querido Teddy", ¿qué creéis que pasará ahora?
Nos vemos la semana que viene en el capítulo 3 ^^

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2015 ⏰

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