11. Cada vez más sercanos.

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Otro fin de semana había pasado ya, Eshallot se encontraba practicando sus técnicas de ki mientras volaba y trataba de darle al blanco en movimiento que Wiss había creado para ella. Mientras tanto Wiss y el pez oráculo la observaban desde abajo, ambos sentados en unas sillas mientras disfrutaban de unos sorbetes de limón.

Por otro lado Bulma quien ya se había recuperado de su resfriado estaba agachada frente al gran lago, observando algunos peces que nadaban serca de la orilla, colgando en su brazo derecho llevaba una pequeña cesta.

Bulma: (levantándose) se que estas por aquí serca, ¿podrías venir?

Vegeta quien se encontraba detrás de un árbol dudo un segundo en hacerle caso a lo que decía, pero al notar que era la 1ra vez que ella lo llamaba decidió hacerle caso.

Vegeta: (apareciendo en un parpadeo) ¿que quieres?

Bulma dudo por un momento en hablarle, sin duda alguna ese Dios era todo un tosco para hablar.

Bulma: pues nada en especial (Desbiando la mirada y mostrandole la cesta) solo quería agradecerte por haberte tomado la molestia de haber ido a verme cuando estaba enferma.

Vegeta un poco confundido tomó la cesta y al abrirla vio que adentro tenía varios pastelitos.
Vegeta aunque en su rostro no lo expresará estaba que se derretía de la emoción, sentía que su corazón iba a explotar de lo fuerte que latía, quería abrazarla y besarla pero simplemente no podía hacerlo.

Vegeta: (con un tono serio) esto no es necesario.

Bulma: (ligeramente molesta) si no los quieres no es mi problema, al menos con esto ya estamos a mano.

Bulma se dio la vuelta para retirarse, pero las palabras de Vegeta la detuvieron.

Vegeta: tampoco he dicho que no los quiero ¿quieres acompañarme a comerlos?

Bulma no dijo nada y decidió acceder a la petición de Vegeta.
Los dos se encontraban sentados en el pasto frente al gran lago, Bulma en sus manos sostenía uno de los pastelitos apenas dándole mordisco, mientras que Vegeta se los comía con completa tranquilidad.

Ahí estaban los dos en completo silencio sin decir absolutamente nada, pero por algún motivo no se sentía para nada un ambiente de incomodidad, al contrario, este silencio les traía paz.
Pero entonces el silencio se interrumpió cuando a lo lejos un gran pez se asomo a la superficie de un salto.

Bulma: (preguntandose a si misma) wow, es enorme ¿que clase de pez es ese?

Vegeta: es un pez dragón llamado Ryukongi del planeta Tastuyo, se caracteriza por tener una gran mandíbula y tragar a sus presas de un vocado.

Bulma no esperaba que Vegeta le contestara ya que hizo esa pregunta de manera inconsciente, pero decidió preguntar algo más aprovechando para saciar su sed de curiosidad y por que ya se sentía un poco cómoda con la presencia de Vegeta.

Bulma: he notado que en este planeta existen una gran variedad de criaturas y fauna de planetas muy diferentes ¿por que?

Vegeta: (dudando en responder)...todas estas...son especies de planetas extintos, a los que yo aniquile.

Bulma: claro...eres un Dios de la destrucción ¿no? supongo que debo considerarte como alguien ¿malvado?

Vegeta: (sin voltear a verla) puedes considerarme como quieras, no me importa, solo hago mi trabajo.

Bulma: (agachando la mirada) pero...¿que necesidad hay de destruir planetas, acabar con la vida de seres inocentes incluyendo niños? ¿Acaso no sientes remordimiento?

Vegeta: todo en el universo tiene una fecha de espiración, incluyendo los planetas, para que haya creación debe haber destrucción, para que haya vida debe haber muerte, todo es parte de un equilibrio en el universo. Para dar oportunidad a la creación de nuevos mundos y razas se debe eliminar a aquellos que ya no son de valor para el universo...sentir remordimiento no es parte de mi trabajo, pero...mientras pueda traer con migo una pequeña fracción de ese mundo que destruí aún quedara con vida el legado de la historia de todo un planeta.

Bulma no sabia que pensar, por un lado le parecía que era algo malvado lo que el hacía, destruir planetas es simplemente un acto abominable, pero por otro lado traba de entender su razón para hacerlo, era para mantener equilibrio en el universo, también le parecía algo noble que trata de mantener con vida el recuerdo de la existencia de esos planetas trayendo a su mundo pequeñas muestras de fauna y flora. Bulma simplemente ya no sabía que pensar al respecto, luego de su primer encuentro pensaba que el era un ser despreciable, después de que la cuido mientras estaba enferma creía que el no era tan malo, pero ahora luego de esa explicación que le dio ya no sabía que opinar y más aún con esa actitud tan fría y arrogante que expresaba aveces, era muy difícil tener una idea clara de quien era este Dios.

Sus pensamientos fueron interrumpidos de nuevo cuando Vegeta habló.

Vegeta: supongo que esto está bueno.

Refiriéndose a los pastelitos.

Bulma: "¿se supone que eso es un halago?" Heeem ¿gracias?

Vegeta: (mirándola de reojo) quiero más.

Bulma: jum pues que mala suerte por que esos son los únicos que tengo.

Vegeta:...(comiendo el último pastelito) tks.

Bulma: pero si quieres...puedo traerte más.

Vegeta: me gustaría...a decir verdad nunca fui fan de los postres terrícolas pero estos están muy buenos, eres muy buena en esto.

Bulma no pudo evitar sonrojarse por eso, era la primera vez que alguien la elogia por algo que no tenga que ver con la robotica.

Bulma: (desviando la mirada) bueno, ya que insistes supongo que puedo hacerlo.

Aunque Vegeta no lo noto, Bulma se sentía extremadamente apenada por eso, durante toda su vida las personas siempre la vieron como una prodigio en la ingeniería robotica y como alguien en la que se podía sacar provecho, todos los elogios que resibia eran solo por su trabajo y por que esas personas esperaban algo acambio de ella, cualquier cosa que no tuviera que ver con sus habilidades en robotica era ignorado o tomado como algo insignificante.
Por eso las palabras de Vegeta la tomaron por completo desprevenida, por que era un elogio hacia algo más que solo por trabajo o su habilidad en robotica, era un elogio hacia algo en lo que ella no era un prodigio y disfrutaba hacer por pasatiempo, ella no estaba segura si Vegeta le dijo eso solo para que ella le diera más pastelitos según ella es probable que si, solo se lo dijo para recibir de ella algo a cambio, pero aún así le alegraba que la elogiara por sus postres echos a mano y no por su trabajo o talento robotico, era un elogio sincero.

Los pensamientos de Bulma fueron interrumpidos cuando escucho a su jefa llamarla.

Eshallot: ¡BULMAAA!

Era la hora del descanso y Eshallot quería algo de beber.
Bulma de inmediato se levantó y fue hacia donde su jefa la llamaba.

Una vez que Vegeta quedo solo no pudo evitar llevar sus dos manos a su pecho tratando de contener la emoción, parecía que su pecho estaba por estallar, no podía contener la emoción.
Comenzó a respirar lentamente y una vez que se calmo tomo el último pastelito y lo examino por un momento.

Vegeta: (susurrando) ¿cuando te volviste tan buena para cocinar? Antes eras malisima para esto, tu y yo éramos malísimos en esto.

Y con estas palabras Vegeta se comió el pastelito.

Hola!
¿Que les pareció este capitulo? Por fin después de tanta espera hay un mayor acercamiento entre los dos, ahora solo nos falta que Bulma se enamore por fin de Vegeta para que los dos puedan estar de nuevo juntos...¿ho no? Eso lo veremos en los próximos capítulos
¡nos vemos!

Koi no Nazonazo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora