Ruby Ruby Love ✔️

Capítulo 7.

Me hace gracia ver a Jennie actuando así, quizá esto es lo que le pasaba a ella cuando hablaba conmigo, que simplemente le hacia gracia. Mi mirada se clava en la puerta frente a nosotros abriéndose y un chico saliendo de ella. Lo primero que me llama la atención es que esta tocándose una pulsera en su muñeca derecha, una pulsera que conozco muy bien. Es el principe turquesa. Dios mío. Le hace una reverencia a mi tía cuando llega a nuestra altura.

— Gracias por venir hasta aquí para ver nuestra ceremonia de premiación. ¿Qué te ha parecido?

— Ha sido muy agradable. —Hacemos contacto visual—. Espero trabajar con ustedes en el futuro.

— Yo también lo espero, —le responde mi tía y me señala— es la ganadora del Gran Premio de Diseño, Lee Ruby. De ahora en adelante, —esta vez se dirige a mí— él estará trabajando contigo para ayudarte a posicionar tu marca. ¿Por qué no habláis un rato para conoceros más?

— Hola —le hago una pequeña reverencia y siento la mirada de Namjoon en mi nuca.

— Hola —me devuelve la reverencia— sentémonos a tomar algo mientras hablamos.

El príncipe turquesa y yo nos hemos sentado en una mesa, cada uno con un té, y mi tía y Namjoon se han sentado en otra, un poco más lejos a nosotros. No puedo creer que vaya a mantener una conversación con mi amor platónico.

— Señorita Ruby. Sentía curiosidad por el tipo de persona que eras.

— ¿Por qué? —bebo un poco de mi té mientras le miro.

— Si miras una pieza de joyería, por lo general le dice algo sobre el diseñador o de su personalidad. Tal vez incluso lo que parecen.

— ¿Qué piensas de mí diseño? —no puedo disimular la sonrisa en mis labios.

— Pensé que tenía alguien sutil. Tranquila, fresca y segura. Puesto que estamos llegando con un nuevo concepto tendremos mucho de que hablar, desde el diseño del set hasta el marketing. Incluso de tu campaña de modelo —dejo de beber de golpe, ¿qué acaba de decir? ¿modelo?— voy a trabajar muy duro...

— Espera, ¿modelo?

— Sí. ¿No te lo dijo la directora? —no, por supuesto que mi tía no me dijo nada, yo la mato—. Conseguir que tu cara saliera allí es importante para un nuevo lanzamiento de la marca de fábrica.

No, no, no. Mierda. ¿Por qué a mi? Bajo mi mirada a mis manos, nerviosa, el anillo tiene una luz más brillante que la de antes, si no recuerdo mal, eso significa que el hechizo está acabando. Mierda y más mierda, el principe azul sigue hablando pero no me importa lo que está diciendo en estos momentos, mis tacones se convierten en zapatillas de casa por un segundo, mierda, estoy volviendo a ser yo. Noto como mi pelo se comienza a rizar y me levanto de golpe.

— Lo siento, me tengo que ir —salgo corriendo de allí, sin despedirme ni siquiera de mi tía. Me lo tendría que haber dicho, no me da tiempo a llegar muy lejos cuando definitivamente vuelvo a ser yo, con mi pijama y mis zapatillas me siento a llorar en un rincón. Soy la persona más desgraciada del mundo.

— ¿Qué ha pasado? —levanto mi cabeza para mirar a Namjoon, solamente me sale hacerle un puchero. Se acerca a mi y se sienta. Comienzo a contarle toda la historia, de principio a fin, me va a tomar por loca.

— Y así sucedió todo, por este anillo —se lo enseño— ¿qué hago ahora? Se suponía que este anillo me convierte en una persona valiente y confidente —le digo llorando.

— No llores, aún te quedan dos usos. Podrás volver a usarlos.

— Pero entonces, ¿que haré cuando de repente cambie de nuevo? —Namjoon coge mi mano y saca una caja de su bolsillo, con la mano que le queda la abre y saca una pulsera de rubíes muy brillante y preciosa.

— Toma, —me la pone— te la compré de felicitación por el premio. Es la preciosa piedra que puede deshacerse de todas las preocupaciones. Lo sabías ¿no? Así que no hay necesidad de preocuparse ahora —me da un leve golpe en la cabeza y se levanta aún agarrándome de la muñeca— ¿Qué harías sin mi?