Ruby Ruby Love ✔️

Capítulo 13

Estoy concentrada limando un anillo que acabo de crear cuando escucho la puerta abrirse. Sé qué es Namjoon, no me hace falta ni mirarle así que sigo concentrada en esto. Tampoco es que me apetezca hablar, ni con él, ni con nadie.

— Ruby —no le contesto—. ¡Lee Ruby! —no pensaba contestarle pero de pronto mi máquina deja de funcionar, miro a mi izquierda y veo a Namjoon con el enchufe en la mano.

— ¿Qué haces? —digo enfadada.

— De verdad, ¿vas a renunciar ahora? Es tu mejor oportunidad.

— Y, ¿qué puedo hacer? —digo irónica—. Concepto, diseño y producción, todo eso toma casi un mes para hacerlo. ¿Cómo voy a lograrlo en una semana? —me enfado aún más.

— Yo te ayudaré.

— No, es imposible. Enchúfalo —señaló el cable—, por favor.

Veo que no hace nada, no tiene pensado enchufarlo así que me levanto y voy hacia para quitárselo de la mano. De pronto todo se queda a oscuras. Se ha ido la luz.

— ¿Un apagón? —bufo. Y me separo de él para ir a buscar velas o linternas. Encuentro algunas velas y Namjoon me ayuda a colocarlas por el estudio y a encenderlas.

— Ruby...

— Namjoon... —decimos al mismo tiempo y nos miramos—. Tu primero.

— No, no, tú. —yo niego dándole paso para que hable.— Lo siento, por darte el Ópalo. En serio el Ópalo no es de mala suerte. Solo ha sido una coincidencia. Empezó cuando te di el Ópalo, pero su significado es diferente. Para mí, representa amor —me mira—, esperanza, inocencia, suerte y felicidad. Por eso... te lo regalé.

— ¿Investigas eso? Estoy impresionada —le sonrío.

— ¿Qué?

— ¿Te crees que no lo sabía?

— ¿Fingiste ignorancia? — se ríe.

— Lo siento, no tienes culpa de eso, solo estoy enfadada —miro el Ópalo que me ha regalado y me doy cuenta de una cosa—. ¿Cómo me he podido olvidar? —lleno un vaso de agua en la fregadera que tengo y lo pongo junto al Ópalo—, el Ópalo tiene que estar en el agua. Eso evita que grietas surjan en —lo pongo en el agua— su superficie —me quedo callada unos segundo, pensando—. ¡Ah! ¡Mira esto!

— ¿Qué pasa? —Namjoon se alerta.

— Yo, —cojo el vaso y lo pongo frente a mi cara— ya tengo un concepto nuevo —le sonrío a Nam.